Mientras en horas de la mañana de ayer apreciábamos la forma como la gente en cuadras y diversos sectores de la ciudad se empezaban a preparar para celebrar el carnaval 2024, no imaginamos la desgracia para muchas familias que ocurriría en horas de la noche con el enorme incendio en el distrito de Punchana.
Ay carnaval, cómo dueles con este sucedo, y los sentimientos encontrados nos hacen un pare, pero la vida es tan trágica, alegre y esperanzadora a la vez, y que no queda más que seguir mirando hacia adelante para no derrumbarnos más con los golpes del destino, que recibimos.
La ayuda empezó a llegar anoche mismo desde el esfuerzo de mucha gente solidaria y otras que se sumaron a apagar el incendio de grandes proporciones, pero hoy deben continuar las muestras de solidaridad porque las necesidades son muchísimas.
Entidades como defensa civil ligadas a las municipalidades y otras más de respuesta ante desastres se deben hacer presentes desde las primeras horas, y por supuesto el registro de los damnificados. Lo feo como siempre lo pusieron los indolentes que se dedicaron a robar todo lo que pudieron sobre la desgracia de las familias.
Este carnaval se ensombreció con el dolor de los paisanos que anoche sufrieron con el incendio, y que también nosotros lo sentimos, más se levantarán de las cenizas con la solidaridad que debemos demostrarles hoy con lo que podamos donar, nada es pequeño, todo tiene un gran valor.
En tanto el carnaval seguirá con su programación, desafiando al dolor con los enmascarados, y al ritmo de las pandilladas por el recupero de las sonrisas que nos impulsan a seguir luchando.
Ay carnaval
