Estado y petroleras

Hace ya casi una década que cuando escuchábamos los reclamos de los habitantes indígenas de los pueblos de la zona de influencia, la verdad que no comprendíamos bien qué realmente pasaba, el tema se mostraba confuso, hasta que decidimos conocer desde adentro ese mundo que al igual que los mestizos tiene, por supuesto, los mismos derechos.
Entonces iniciamos la búsqueda de información básica y en ese camino nos dimos cuenta que los mestizos de las ciudades e incluso los mismos pobladores indígenas no comprendían el proceso de las exigencias, solamente estaba claro que faltan muchas cosas en sus pueblos mientras el Estado y las empresas petroleras (en esa época había varias) gozaban de millonarias ganancias.
Comprendimos que el tema inicial de la lucha indígena se basaba en la exigencia de la remediación ambiental, de todos los llamados pasivos ambientales en lagos, quebradas, ríos y zonas de tierra firme, contaminadas por accidentales derrames de petróleo. De hecho, la indemnización por ese enorme daño es un derecho con soporte legal nacional e internacional.
Pero, qué pasó, en que momento se malograron las justas exigencias primero de remediación ambiental a las empresas petroleras que ocasionaron derrames de petróleo y luego el papel del Estado para cumplir con su rol en temas de salud, educación, producción, etc.
Conversando con entendidos en la materia, varios grupos reclamantes desistieron de seguir las demandas o se enfriaron, porque “llegaron a un acuerdo” con una empresa petrolera equis por el concepto de indemnización a cambio de una suma enorme de dinero para lo que se maneja comúnmente, por decir cerca de un millón de soles, que, en lugar de orientarlo a un beneficio sostenible para sus propias comunidades, se repartieron. De allí los comentarios sobre una época de bonanza económica hasta derroche en uno que otro pueblo.
Es que un tema es indemnización y otro tema es remediación. Indemnización para los pobladores afectados y remediación es la responsabilidad de reparar lo dañado por la Empresa. Así todos se olvidaron de la remediación y las luchas se centraban más en indemnizaciones. Lo que previa retribución económica venían luego prolongados silencios, y así se malogró toda la lucha, hasta con derrames “provocados” por lograr la indemnización y trabajo temporal para la limpieza inmediata.
Se deslizó que las empresas (que tienen su cuota de irresponsabilidad) preferían llegar a ese tipo de acuerdos porque en la vía judicial, la indemnización representaba muchísimos millones más. Mientras de remediación no hubo casi nada, y menos de proyectos de desarrollo sostenibles en el tiempo por parte del Estado.
Lo que nos sorprende es que ahora que no hay indemnización se le reclama a las empresas petroleras que asuman el rol del Estado, sino, sale la amenaza de tomar lotes petroleros. Este entuerto tiene que clarificarse y que el Estado devuelva la paz social porque valiosas vidas ya se han perdido. Y para lograr la tranquilidad y un trato justo tienen que cumplir con su Plan de Cierre de Brechas.