Santa Clara y su carretera

Cuando una autoridad coloca la primera piedra de una obra, está asumiendo un gran compromiso con la población y, de hecho, una gran responsabilidad que deberá cumplir para así honrar su palabra. Caso contrario habrá jugado con las esperanzas del pueblo y eso tiene consecuencias muy serias.
Por eso, creemos que el alcalde de San Juan Bautista, Francisco Sanjurjo, con la colocación de la primera piedra de lo que será la construcción de la carretera a Santa Clara, un antiguo caserío ubicado a orillas del río Nanay, que hasta el momento no ha logrado despegar y alzar vuelo a un mejor estándar de vida de su población, que como todo pueblo que se estima y valora, quiere crecer.
Es más, esa carretera servirá para que Santa Clara se integre a la vida ciudadana, lo que supone que tendrá que contar con todos los servicios básicos, instalación de un centro de salud equipado con más recursos humanos y hospitalarios, mejores infraestructuras para instituciones educativas y deportivas, un centro de abastos, un buen puerto  donde acoderar embarcaciones provenientes de caseríos aledaños que traen productos de pan llevar, y cómo no un terminal acuático donde los turistas tengan un sitio adecuado para partir y navegar por la aguas del Nanay.
Una carretera es el inicio de una nueva visión, de un panorama que deberá ir engrandeciéndose con el paso del tiempo como el despertar a una nueva vida.
Eso es como visionan el futuro sus pobladores, que, seguramente, han visto que en poco tiempo irán consiguiendo conquistas mayores como convertirse en un nuevo distrito, tal como es el anhelo de Morona Cocha.
Todo lo que pasa en la vida de un pueblo tiene su historia, sus amaneceres aurorales desde donde parte el camino hacia el porvenir. Así, Santa Clara de Nanay tendrá que registrar este hecho como un hito en su vida como pueblo que lo llevará a un destino mejor.
Finalmente, el alcalde Sanjurjo, deberá tener siempre presente que un compromiso es algo que se respeta, más aún cuando éste se asume como autoridad. Solo así, cuando su palabra se  haya cumplido, su gobierno será digno de ser recordado.