Premio mágico

En medio de tanta tensión por las noticias negativas del día a día, una información que nos alegra es el premio Ópera Internacional que acaba de recibir en la ciudad de Londres, país de Inglaterra, el tenor peruano, compatriota nuestro, Juan Diego Flórez. Y más allá de sentirnos orgullosos por su logro, tiene un mensaje contundente: Sí se puede.

 

El premio le fue entregado durante un acto celebratorio en el mítico teatro Royal Albertt Hall, donde desarrolló un recital acompañado por la Orquesta Filarmónica Real y dirigido por Lorenzo Viotti, quien también fue galardonado en el imponente recinto. Juan Diego dijo sentirse muy honrado porque recae en una persona extranjera como él, y que volver a ese auditorio “irradia cierta magia”.

 

Recordamos cuando apenas empezaba, ya se le auguraba un futuro brillante, y sí lo logró, y ahora se selló con este reconocimiento internacional bien merecido por su dedicación, perseverancia en hacer lo que más ama, que es ser tenor. Pero tuvo que salir del país, aun habiéndose iniciado acá. Otro mérito es que no se desligó de la patria.

 

Y ahí está la Fundación Sinfonía por el Perú, que esperamos alguna vez llegue por estas tierras amazónicas, no importa que no tengamos un teatro como el que fue El Alhambra, del que seguro habrá oído hablar Diego Flórez en algún curso de la historia de la ópera en el país, cuando en Iquitos se presentaba canto lírico para la cantidad de europeos inmigrantes en Iquitos por el auge del caucho.

 

Pero, qué es ser tenor? Y nos señalan que se llama tenor al cantante cuya tesitura está situada, dentro de las cuatro voces básicas, entre la del alto y la del bajo. La voz del tenor se distingue por su timbre claro y brillante, por la resonancia pectoral de su voz. Así Fundación Sinfonía por el Perú, donde participan niños y jóvenes que gustan de lo que él hace y aprenden, es una oportunidad para descubrir más voces.

 

Eso es otro punto bueno para él como exitoso cantante de ópera, porque reconoce dónde le dieron las primeras enseñanzas de su vida. Y queremos soñar que proyectos como la Fundación por la Sinfonía por el Perú se cure del virus del centralismo, y nos traiga siquiera un curso gratuito para aspirantes.

 

Eso, porque talento por acá también hay, es cuestión de descubrirlo. Así nuestros temas como “Amazonas”, “La Contamanina”, “Amanecer Loretano”, podrían sonar después de levantar el telón y en los pectorales de voces autóctonas. Se completaría la trayectoria del mejor tenor peruano de la historia contemporánea que encanta con sus interpretaciones de óperas como de Rossini, Mozart, Verdi y Puccini.