Quienes deben integrar el Congreso Nacional

Según el sentimiento general  y la concepción profundamente democrática, es imperativo que en el Poder Legislativo se hallen involucrados todos los sectores ciudadanos, los diversos estratos sociales y culturales; pero se requiere que quienes ejerzan la representatividad de tales estratos, sean personas idóneas con la suficiente inteligencia y capacidad propia de quine va a servir a los componentes de una considerable masa ciudadana.

Haciendo un poco de historia, debemos señalar que en el siglo pasado estaba instituida la renovación parcial del parlamento, al parecer como  contraparte de exigir que entre los requisitos para ser diputado o senador, estaba el de tener rentas o propiedades que oscilaban entre 500 o mil pesos de la época o ser profesor público de alguna ciencia.

El hecho era que por tales exigencias de carácter económico, solo los hacendados y acaudalados terratenientes podían acceder a una curul; y aunque también se aceptaba a quienes ostentaban cargos de profesor público, era visible que las puerta de las universidades solo estaban abiertas para los hijos de las familias pudientes, eso llevaba a que el poder político y el poder económico se acumulara en muy pocas manos que eran de las familias ricas y de alcurnia.

Es a partir de 1,867 que se elimina tal antidemocrático requisito de ser inmensamente acaudalado para ser congresista, sin embargo también se abolió la constitución de 1820, con lo que sucumbió la práctica de la renovación parcial de las cámaras, con eso pasamos al otro extremo, pues si bien fue altamente positivo que las cámaras  estén abiertas a toda la ciudadanía, sin discriminaciones condición económica,  raza o sexo, resulta insuficiente exigir que quien postule a las cámaras tenga como único requisito ser peruano de nacimiento y ciudadano en ejercicio, no siendo exigible tampoco saber leer y escribir.

Por nuestra parte creemos que dados los adelantos actuales en todos los campos del quehacer humano, los candidatos al poder legislativo, que es la más alta jerarquía  deberían ser política y culturalmente idóneos, pues si no era democráticamente justo que solo las clases adineradas asumieran la tarea legislativa,  es poco aleccionador la inexistencia de los más elementales tamices referidos principalmente  a la buena conducta y capacidad política. Seguiremos con el tema.