Contaminación generalizada

La infección intrahospitalaria que ha cobrado, hasta el momento, 9 inocentes víctimas es tan solo una llamada de atención. Lo cierto es que toda la ciudad y todos los distritos aledaños, incluso los ríos que pasan por “la isla bonita” están plagados de contaminación.
En lo que se refiere a los hospitales no se ha cumplido con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, de emplear cada cierto período de tiempo desinfectantes adecuados, de acuerdo a las normas sanitarias, para librar de microbios, virus y bacterias a las instalaciones hospitalarias, habiéndose convertido éstas en incubadoras potenciales de tanta enfermedad existente.
Los bebitos neonatos han sido las víctimas de este fatal descuido de las autoridades de salud, que van a tener que cargar en sus conciencias las desapariciones de estos pequeños, de tan solo algunos días de nacidos, ubicados en la unidad de neonatología del Hospital Regional donde se investiga qué ha sucedido realmente, se necesita saber a ciencia cierta qué les causó la muerte. Los resultados de los estudios que se vienen realizando se conocerían mañana viernes.
Lo que sí es seguro que tendrán que hacer es limpiar, desinfectar, esterilizar los ambientes nosocomiales para garantizar la vida de las personas que acuden a los centros hospitalarios, a las postas y cualquier centro donde se traten a personas enfermas, así sea de una simple gripe. Eso es lo que se debe hacer inmediatamente.
Y si salimos a la ciudad, toda ella es un gran espacio contaminado. Por donde uno vaya hay basura acumulada en estado de putrefacción, donde las ratas, los gallinazos y los perros callejeros  tienen un festín para después ir regando por las calles inmundicia y enfermedades.
Todos tenemos mucho de culpa en todo esto. Los pobladores por ir a lo más fácil que es botar la basura a la calle y las autoridades por no tener la capacidad ejecutiva de lanzar un plan de educación al vecindario y la aplicación de sanciones ejemplares contra todo aquel que ensucie los espacios públicos, y cómo no, el poco interés para exigir a quien está encargado de la labor de recoger la basura, que cumpla con su compromiso.
Estamos viviendo entre la suciedad y las más peligrosas enfermedades y eso no puede ni debe continuar.