Bajar la tasa de referencia ayuda al crecimiento económico?

Por. Alexci Igor Chong Ríos (1)

En el presente blog intento responder algunas interrogantes que en una conversación con unos amigos que me hizo recordar las clases de economía e indujo a reflexionar y preguntar ¿Qué se busca con reducir la tasa de referencia interbancaria?
La tasa de referencia interbancaria es la tasa que el Banco Central estipula a través de compra de bonos a los bancos comerciales a fin de que estos se presten dinero entre sí, pero a corto plazo (entendemos corto plazo a períodos menores a 1 año). Hasta mediados del año pasado la tasa de referencia estuvo en 4.25% y a la fecha se sitúa en 3.5%. El BCR lo utiliza como instrumento de política monetaria para dinamizar la economía. ¿Cómo así? El Banco Central de Reserva cumple la función de mantener el equilibrio monetario y los efectos se deben manifestar en expectativas de inflación de 2% con un margen de error de más menos 1 punto porcentual y en consonancia con el paradigma monetario (Hume, Fisher y Friedman), la política monetaria debe servir para que la masa monetaria y los precios deben igualar al precio y las transacciones económicas (conocida como la “teoría cuantitativa del dinero”). Sin embargo, podemos ver que el problema no es la cantidad de dinero ni el nivel de precios, sino la demanda de dinero y es el lo que actualmente se pretende manipular indirectamente para mover el aparato productivo.
Bajando la tasa de referencia interbancaria, se espera que las tasas que cobran los bancos por préstamos también bajen y al bajar las tasas (conocida como tasa activa), esto genera que las empresas encuentren préstamos baratos y puedan iniciar proyectos de inversión que generan empleo y recaudación al fisco. Esto va de la mano con la teoría monetarista moderna.
Sin embargo, la evidencia empírica no ha dado muestras que utilizando la política monetaria se muevan los engranajes de una economía. Existe consenso entre los economistas que la política monetaria tiene más efectividad en el enfriamiento de una economía acelerada que en dinamizar una economía en retroceso. La política monetaria, por ejemplo, no se ha mostrado efectiva para estimular el crecimiento en países en fase de deflación (como Japón). En los Estados Unidos, la reducción de los tipos de interés de 2001 a 2003 hizo poco por estimular la inversión, pero en cambio indujo a las familias a refinanciar sus hipotecas. Se podría pensar que en países como el nuestro, donde el acceso a préstamos en el sistema bancario es más restrictivo y selectivo la reducción de las tasas de interés generará el efecto de dotar más liquidez a las empresas y familias; sin embargo, es ya conocido que existe un sobreendeudamiento en los agentes económicos y que fue advertido en su momento por el MEF. Recordemos que el sobreendeudamiento ha llevado a aumentar  la morosidad de las cajas municipales y que aún muchos de ellas no logran recuperarse de los índices incobrables.
Investigaciones recientes llevados a cabo por Stiglitz y Greenwald sostienen que la política monetaria es ineficaz. La oferta monetaria no dinamiza la actividad económica, el problema viene por el lado del crédito. Pero el crédito lo determinan los bancos y no el Gobierno por lo que se infiere que las reacciones no serán inmediatas y son los banqueros quienes tienen la jugada en sus manos.
Más aún si vemos el otro instrumento de política monetaria  que utiliza el BCR que es la tasa de encaje a los bancos, en junio del 2013 se situaba en 30% y actualmente está en 11%, lo que desde esa fecha hasta agosto del presente año se liberó más de 9,500 millones de soles. Esto significa que existe liquidez en la economía y se está dotando de la misma a los bancos, sin embargo no se puede predecir que harán los bancos con exceso de liquidez. Es meritorio ver los intentos que el BCR lleva a cabo por buscar mecanismos de impulsar la alicaída economía.
Para complementar, revisemos uno de los pilares que el MEF viene ejecutando. Busca mejorar el capital humano y la informalidad a través de leyes que permitan la meritocracia y apoyo a los jóvenes mediante un régimen especial. Mejorar el capital humano estoy convencido es un tema central ya que la educación es el pilar del crecimiento de un país, pero esto viene desde una verdadera revolución del aparato educativo público y privado donde vemos que actualmente no existe planificación ni un verdadero inventario de los profesionales que formamos. Por ejemplo se acaba de publicar que las Universidades gradúan anualmente 600 ingenieros de minas y sin embargo el mercado solo requiere 200. No existe universidad con un plan estratégico, empezando por nuestra alma mater la UNAP, quien aún no se alinea a la nueva Ley universitaria y la implementación parece no favorecer a las autoridades de turno.
El enfoque para enfrentar los problemas económicos, no es un tema estrictamente de formación económica, es un problema multidisciplinario en el que se deben involucrar sociólogos, antropólogos, profesionales del derecho, psicólogos, etc. Hace poco me quede de algún modo sorprendido, al ver una publicación de un Juez de la Corte de Apelaciones de los USA publicando un paper que titulaba  “Como me convertí en Keynesiano” (http://www.economiainstitucional.com/pdf/No22/rposner22.pdf) en el cual resalta ideas centrales de asuntos económica. Para comprender nuestra situación se debe recurrir a una visión integral y participativa de los problemas sociales. Es de reconocimiento que la ciencia económica recurre a un enfoque ecléctico sobre los problemas a abordar, ya que se debe apoyar en ideas, puntos de vistas y hasta valoraciones de otras escuelas, formaciones y pensamientos que deben complementar la visión de desarrollo que buscamos.

 

(1)    Ingeniero y Magister en Finanzas por la UNAP. Actualmente cursando un Doctorado en Gestión Económica Global en la Universidad Mayor de San Marcos. Docente universitario en cursos de Finanzas Corporativas,