Políticos transparentes y decentes ¿hay?

Por: Rubén Meza Santillán

En medio de esta coyuntura electoral, qué duda cabe, que cualquier acción de protesta o reivindicación, corre el riesgo de ser manoseada y, por lo tanto, manchada  por los grupos políticos en disputa y de los candidatos. Pero eso es normal, dirán algunos, pero somos más los que creemos que no debemos renunciar al esfuerzo de ir optimizando nuestras acciones ciudadanas y nuestras conductas democráticas. No es pedirle aguajes al pijuayo, por el contrario es parte del proceso de adecentar y transparentar la vida política del país y, concretamente, de nuestra región, en la mira de darle la madurez que garantice el futuro de nuestros hijos.

El último paro, convocado por el Frente Patriótico de Loreto, ha tenido el éxito que se esperaba, la respuesta de la población ha sido mayoritaria, demostrando así, que hay un descontento sobre una serie de situaciones negativas que se presentan en las diferentes instancias de gobierno. Las autoridades deben haber tomado nota de este contundente llamado de atención de la ciudadanía, salvo que, sus aires de dictadorcillos y caudillos, no les deje ver más allá de sus narices.

Sin embargo, vale señalar, que la clase política, en su mayoría, continúa con su actitud de querer “llevar agua a su molino” siempre. Es un mal crónico y mezquino que contradice de cabo a rabo con sus discursos trillados de que su principal preocupación es el bienestar del pueblo, la vocación de servicio, el amor al prójimo, etc. Bastaba con verlos cómo buscaban resaltar en la movilización del jueves por la tarde. Cada uno de ellos, aprovechó para tratar de vender su pan partidario y su pescado electoral.

Los ciudadanos debemos exigir a estos hombres y mujeres, aspirantes a ser autoridades legítimamente elegidas, que deben respetarnos y sumarse, como uno más, a nuestros espacios y momentos de lucha. Una jordana como el paro de 48 horas, incluyendo la movilización, es política por donde se le mire, democrática porque convoca a todos los ciudadanos y tolerante porque los pensamientos e ideologías le dan paso a  las causas en común que como región tenemos. Por lo tanto, partidaria y sectaria jamás. Y de un solo color de camiseta, nunca.

En conclusión, ahí hay una tarea para la dirigencia del FPL que es sacudirse firmemente de esas tentaciones y seducciones. Debe despercudirse y transitar por el camino despejado y bajo un sol transparente. En tanto los líderes de los movimientos políticos, tienen la oportunidad para mostrarse como tales, sin poses ni cálculos. La responsabilidad y seriedad de sus acciones, vale más que cualquier publicidad y encuestas amañadas para que conquisten al electorado. Los que vivimos en esta región estamos esperanzados en algo diferente, necesitamos autoridades que lleguen para cambiarle el rumbo de la historia a Loreto, hacia el progreso y desarrollo social, donde la persona humana sea la prioridad y punto de inicio de ese cambio.

Los candidatos están a tiempo de reajustar la agenda y cambiar de actitud para que, finalmente, sus palabras sean congruentes con sus acciones. Los ciudadanos debemos estar atentos para ver quiénes asumen honestamente ese compromiso de honor.