Mayor presupuesto en gasto social ayuda a la inclusion social y reducción de la pobreza?

Alexci Igor Chong Ríos (1)

El sábado último el congreso aprobó el presupuesto general de la república en 130,621 millones de soles superior en 12% al presupuesto del 2014. Existe mucha dosis de optimismo en el ejecutivo y centra su atención a destinar mayor dinero a educación, seguridad, salud e inclusión social. 60% de éste aumento del 12% del presupuesto será destinado a los programas sociales y 30% del presupuesto total (cerca a 40 mil millones de soles) a gastos de capital. El financiamiento es materia de discusión en vista que se redujo el impuesto a la renta de 30 a 28% lo que al parecer se parte con un déficit de 3,400 millones de soles.

Sobre el déficit que algunos pronostican que está entre 2 y 2.4%, la evidencia empírica en algunos paísis aplicando la curva de Laffer (el optimo entre la presión tributaria y la recaudación) arroja resultados variados. Un estudio econométrico que busca determinar el optimo en la curva de Laffer para el caso peruano (ver http://fce.unac.edu.pe/Files/a2.pdf) indica que en el Perú se debería aplicar una presión tributaria del 15.02%. No olvidemos que el 2013 el Perú cerró con una presión de 16% y se buscó alcanzar este año el 18%. El promedio de los 33 países que conforman la OCDE la presión tributaria es del 33% y 45% para los países nórdicos. Sin embargo, la disminución del impuesto a la renta ayudo a muchos países a disminuir la informalidad y aumentar la recaudación fiscal.
El gobierno con las medidas adoptadas busca incrementar el PBI para el 2015 en más de 5% y lo cierto es que mientras en el mundo existe una desaceleración económica y los países se ajustan cerrando las brechas del déficit a través de aumento en impuestos ó reduciendo gastos, en nuestro país el gobierno apuesta de manera audaz por una política de corte expansionista.
El punto que me llama la atención es el incremento del gasto en el aspecto social y en ese sentido, recuerdo las palabras del presidente ecuatoriano Rafael Correa, economista de profesión y con doctorado en USA en la Universidad de Illinois, quien a pesar de ser formado en universidades de corte liberal mantiene una firmeza en su visión socialista del siglo XXI, afirmando que el apoyo gubernamental (subsidios, políticas sociales, etc.) son instrumentos de eficiencia y en sociedades desiguales como la nuestra (especialmente la andina) debe ser usado como un poderoso instrumento de redistribución de la riqueza y pueden ser temporales o permanentes hasta alcanzar la mejora del sector donde se aplica. Incluso disiente fuertemente con quienes creen que las relaciones sociales se agudizan ya que el asistencialismo es una manera que hace que la gente no busque trabajo, justificando Correa que los programas asistencialistas buscan retribuir el trabajo de la madre pobre en el hogar la cual no es valorada y que existe una corresponsabilidad por parte del beneficiario ya que, existen programas (para el caso peruano el programa Juntos”), que exige a la madre que sus hijos deben estar matriculados en el colegio y asistir al centro de salud, entre otros.
El crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para reducir la pobreza, y las políticas de subsidios que podría agruparlas en la categoría de asistencialistas (por el gasto que genera) se viene llevando a cabo por decenios de años en países desarrollados, especialmente en Estados Unidos quien a lo largo de su historia subsidia a los agricultores y subvenciona el combustible a fin de apalancar la marcha de la industria privada, contribuyendo a la contaminación del mundo, más aun, rechazó firmar el acuerdo de Kioto  sobre reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) dióxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: hidrofluorocarburos (HFC),  perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
El tema en discusión se centra en que si realmente se está incluyendo a los peruanos de escasos recursos o el programa tiende más a excluirlos. Enrique Vásquez un prolijo profesor de la UP, indica que se han perdido 900 millones de soles en el 2012 por no focalizar a los grupos excluidos e indica que existe infiltraciones de millones de personas que están en los programas y no lo necesitan. En una exposición llevado a cabo en la Universidad del Pacifico mostró 7 programas que inducen a perdida al estado. Por citar algunos: Más del 50% de beneficiarios del programa del vaso de leche son infiltrados y esto representa más de 184 millones de soles de gasto al Estado, de igual modo el programa comedor popular 44% de los beneficiarios son infiltrados que generan una perdida por 56 millones y no nos olvidemos de pensión 65 con un 22% de infiltrados generando perdidas al estado por más de 58 millones y el SIS con 40% de infiltrados y pérdidas de 268 millones.

Las medidas económicas para reactivar la economía están ya promulgadas, algunos conservadores consideran que se rompe el equilibrio, los escépticos creen que es poco lo que se viene haciendo, el hecho es que las medidas están dadas y el país espera cambios. En lo personal creo que se debe buscar socializar aun más lo avanzado. Comparto la visión  de un socialismo del siglo XXI sobre la importancia de la acción colectiva y la supremacía del trabajo humano sobre el capital, insertando la idea que el trabajo humano no es un medio de producción sino el fin mismo de la producción,  superando la falacia que el individualismo es el motor de la sociedad y que convirtió al egoísmo en un execrable defecto humano convertido en la máxima virtud social y que conlleva al ser humano a ser en un instrumento más de producción en función de las necesidades de acumulación del capital. Hay mucho por hacer, programas sociales mal enfocados no contribuyen a mitigar la inclusión y se requiere mayor participación activa del Estado en acciones de control. La pobreza en Loreto cerca al 50% es un mal endémico por muchos años.

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(1)    Ingeniero y Magister en Finanzas por la UNAP. Actualmente cursando un Doctorado en Gestión Económica Global en la Universidad Mayor de San Marcos. Docente universitario en cursos de Finanzas Corporativas.