Fallece joven que tenía una bala alojada en la cabeza

  • Tras seis días de agonía y estar internado en el HAIFoto muerto y familiar 2

No pudo más. La mañana de ayer en la sala de trauma shock del hospital apoyo Iquitos «César Garayar García» dejó de existir Raúl Vigo Marapara (22) quien presentaba un estado de coma tras haber recibido un impacto de bala en la cabeza.
Todos pensaban que por su joven edad, Vigo Marapara iba a salir de este problema, pero no fue así, fue todo lo contrario, pues no reaccionaba y estaba conectado a un respirador artificial con la esperanza que se dé un milagro y que muy pronto vuelva a reaccionar.
Los días pasaban y sus familiares se aferraban a que el universitario pueda volver en sí. La que se encontraba más afectada fue su enamorada, quien estuvo con él en todo momento hasta el final de sus días.
Al enterarse que Raúl había dejado de existir, la joven estalló en llanto y por un momento intentó desvanecerse, pero fue el apoyo de su padre quien estaba en el hospital que le cogió de sus brazos y la hizo sentar en una silla, «no puede ser que te vayas y trunques todo lo que teníamos planeado, nunca debiste estar allí en el momento que pasó todo esto, ahora tú estás en el cielo y yo en la tierra todo por culpa de un desgraciado que disparó a matar», decía entre lágrimas la enamorada.
Al lugar llegaron también la mamá y hermanos, quienes enterados del lamentable hecho se dirigieron hasta la sala del hospital donde yacía el cuerpo inerte del joven universitario. En el lugar protagonizaron desgarradoras escenas de dolor.
Como se recuerda, Vigo Marapara recibió un impacto de bala en la cabeza luego que un contingente policial con disparos al aire desalojara a los invasores del terreno de propiedad de Judith Sanjurjo en el AH «Anita Cabrera».
Los familiares de la víctima exigen justicia y señalaron que continuarán con la denuncia del caso, ya que están seguros que el que mató a Raúl Vigo fue un efectivo policial, como prueba mostraron un casquillo del proyectil de bala impreso con las siglas de la PNP.
(C. Ampuero)