Clases escolares en calendario alterno

Porque siempre estuvimos seguros de que la realidad de Loreto es distinta al resto del país, a través de las expresiones callejeras, de la palabra dicha en un foro capitalino o en el extremo de la impotencia cuando se han burlado de nuestras exigencias, en la protesta, hemos dicho que la Amazonía peruana es otro mundo, lejos del ande o de la costa, entre los que sí hay una confabulación, una alianza permanente de necesidades e intereses y que entre ambos hacen el Perú.

No tenemos nada en común y por tanto no podemos identificarnos unos con otros. No nos es posible seguir el mismo ritmo. El clima mismo determina otro estilo de vida. Vivir en la selva es un punto aparte.

Por eso, saludamos la preocupación que está poniendo la Oficina de Defensa Nacional y de Gestión del Riesgo de Desastres del Ministerio de Educación que, al fin, confeccionó un calendario escolar alterno para los pueblos de Loreto, a fin de que nuestros niños no pierdan sus clases en el período de creciente de los ríos, cuando se inundan los pueblos ribereños.

Esa es la solución para que los maestros no tengan pretexto para no ir a trabajar, porque sus escuelas están inundadas. Esa es la solución para que los alumnos estudien todo el currículo que manda el ministerio de Educación.

Esta propuesta, dada por el sentido común del padre de familia, del periodista, del hombre de la calle, dicha por años, recién hoy es tomada en cuenta. Esto no es nuevo, en otros países tan iguales en clima al nuestro ya se ha adoptado esta medida con buenos resultados.

Esperamos que esta recomendación asumida por Unicef y el Proyecto Amigo, merezca la aprobación de quienes tienen el deber de dar solución a este problema que todos los años sufrimos los pobladores de la región Loreto.

De una vez por todas, en Loreto, las clases escolares deben comenzar en junio y culminar en marzo, período cuando las lluvias no representan mayor inconveniente para el normal funcionamiento de los centros escolares.

Queda sí, poner especial atención a cómo harán los alumnos que egresan de los colegios secundarios que quieran postular a una universidad o a un instituto armado, considerando que los exámenes de admisión son en enero.