Estando casi a fines del segundo gobierno del doctor Alan García Pérez, la población votante señala y los expertos en política señalan que se precisa un balance de todo lo realizado en el plano económico y social, al margen de las precisiones de lo que refirió el jefe de Estado en su mensaje de fiestas patrias.
En dicho balance, de realizarse, en primer lugar tendríamos que reconocer que durante el gobierno del doctor García, la economía registró un desempeño extraordinario, siendo la prueba de ello los resultados en términos de crecimiento, reducción de la pobreza y acumulación de las reservas internacionales, entre otros rubros.
Sin duda alguna, algo que debe resaltarse es la tasa de crecimiento de la producción, que ha estado encima del 5 % con una inflación en los años 2007 y 2008 que se mantuvo que hasta ahora no registra mayores sobresaltos.
Se precisa decir que las Reservas Internacionales Netas (RIN) han venido acumulándose hasta superar la cifra récord de 35 mil millones de dólares. Por su parte la Balanza Comercial a lo largo de los últimos cuatro años, se ha mantenido en superávit, en tanto que la inversión privada muestra tasas de incremento por encima del 20 % anual, con excepción del año 2009 en que cayó a 15 %.
El manejo de la política fiscal se ha cumplido con mucha responsabilidad, habiéndose llegado a superávit por encima del 2% del producto bruto interno entre el 2006 al 2008.
Pese a esto hay que comentar que no ha sido alentador la evolución de ciertos indicadores como el de las finanzas públicas, donde la presión tributaria no ha aumentado sustancialmente, ni se ha cerrado la brecha de infraestructura y déficit sociales.
Finalmente debe decirse que la distribución del ingreso no ha mejorado, agregándose a ello que los niveles de pobreza de 34 % y de extrema pobreza de 11 % todavía son bastante elevados. Existen eso sí importantes reformas estructurales por realizar y que podrían ayudar a mermar las desigualdades como por ejemplo la reforma de la salud pública, la reforma del estado donde se requiere un nuevo diseño de la descentralización del país, seguridad nacional interna. Así como afrontar el elevado índice en infraestructura donde si se requiere una inminente reforma. Queda solo el resto del año para preparar el camino al nuevo presidente para que continúe con lo logrado hasta ahora, y que los índices de reducción de la pobreza siga disminuyendo y que la economía siga avanzando.
