En esta ciudad que nos vio nacer y a quienes acoge con mucha humanidad sean del país o de cualquier otro lugar de nuestra casa mayor que es el planeta tierra, todos y todas debemos contribuir a que sea más acogedora y saludablemente vivible, frente a tantas bacterias y virus que atacan en cualquier momento sin avisar.
Lo que tenemos que hacer para lograr una ciudad muy limpia es muy simple, solamente que requiere que nos reeduquemos y volvamos una disciplina costumbres que teníamos antes o en todo caso, que tenían los antiguos vecinos de la ciudad.
Ellos a eso de las 4 a 5 de la tarde con escoba en mano y recoger se disponían a barrer su vereda, el patio de tierra o de pronto había un jardín y era desyerbado, y también procedía a barrer la parte de la pista que estaba a la altura del frontis de sus viviendas.
Eso no quiere decir que se va dejar sin trabajo a los barredores municipales, porque el trabajo original de ellos es barrer la tierra o el polvo acumulado, lo que cada vecino ya le daba una primera pasada, así con la otra vuelta de los servidores ediles a eso de las 6 de la tarde, las calles quedaban muy limpias.
Mucha gente cree equivocadamente y hasta cruelmente, que los barredores tienen que solucionar el exceso de basura que creamos desde nuestras viviendas o negocios de la ciudad. Y otro punto que estos empleados trabajan hasta muy altas horas de la noche junto a niños visiblemente menores de 10 años. Eso es un tema que las Demunas de las municipalidades deben corregir. Y es que los menores de edad a partir de 14 años, pueden estar en algunas horas de trabajo y no como se está viendo en este servicio.
Y volviendo al tema de la limpieza también desde las casas podemos reeducarnos en que nuestra basura se acumule limpia y seca en nuestras bolsas o baldes de basura. Así en caso abra una lata de conserva no la arrojemos con los restos del contenido, ya que así evitaremos que se formen los jugos gástricos y el hedor de la putrefacción, también los pucheros de las comidas escurrirlos y envolverlos antes de poner en nuestro basurero. Logrando mejorar nuestra calidad de vida.
Ser limpios no es una condición monetaria, lo que tenemos que hacer es proponernos lograr una ciudad muy limpia, como los antiguos vecinos que a eso de las 4 y 5 de la tarde salían a barrer sus veredas, el patio de tierra o un jardín, e incluso parte de la pista del frente de sus casas. Así cuando pasaba el servicio de barredores dejaban “chuya chuya” (muy limpio) todo.
Lo bueno y positivo del pasado tenemos que retomarlo, obviamente paralelo a que las municipalidades mejoren el servicio del recojo de los residuos sólidos. Toda esta nueva disciplina por el tema de salud de las familias que vivimos en esta hermosa tierra del trópico natural.