“En el Día del Juez y la Jueza”

  • Discurso de orden por la magistrada superior Melina Vargas Ascue

El presidente de esta Superior Corte de Justicia de Loreto, magister Javier Sologuren Anchante, en apreciado gesto que agradezco, me ha honrado con la designación para realizar el “Discurso de Orden por el Día del Juez y la Jueza” denominado así por Resolución Administrativa de Sala Plena N° 00006-2020-SP-CS-PJ, de fecha 16 de julio del presente año, en reconocimiento al importante rol de las magistradas.
Quienes desarrollamos nuestra labor como jueces, hemos seguido el llamado de esta vocación, no únicamente con el propósito de lograr una satisfacción personal de realización profesional, sino que hemos optado por la magistratura porque es una opción de servicio a nuestros semejantes, puesto que en cada uno de nuestros fallos buscamos la equidad y la justicia.
En la sentencia recaída sobre el Expediente N° 2465-2004-AA/TC, nuestro máximo órgano de control constitucional, sobre el ideal de magistrado, estableció lo siguiente:
“(…) el juez debe ser un sujeto que goce de credibilidad social debido a la importante labor que realiza como garante de la aplicación de las leyes y la Constitución; lo cual implica, obviamente, despojarse de cualquier interés particular o influencia externa; por ello, su propio estatuto le exige la observación de una serie de deberes y responsabilidades en el ejercicio de sus funciones. Esto, a su vez, justifica la existencia de un poder disciplinario interno para el logro de la mayor eficacia en el ejercicio de las funciones que constitucionalmente le han sido encomendadas”.
Debemos precisar que fue por Decreto Ley N° 18918, del 3 de agosto de 1971, que se instituyó el día 4 de agosto como Día del Juez, instaurándose que anualmente la Corte Suprema de Justicia de la República y las Cortes Superiores de Justicia del País, realicen en esa fecha, sesiones solemnes con el fin de rememorar la obra de los magistrados que han contribuido a la correcta administración de justicia, al progreso de la cultura jurídica del país y a la emancipación social, política y económica de la República.
El contexto actual, nos obliga que aquellas sesiones solemnes celebradas en los salones de Corte, ahora sean utilizando medios tecnológicos, hasta ayer poco comunes, pero ahora hacen posible celebrar una sesión solemne virtual, que así como cambia el mundo, sin lugar a dudas, igual sucede con el mundo del derecho y en particular con el mundo judicial, que obligado en tiempo muy breve se tuvo que adecuar a la tecnológica informática, con el propósito de garantizar la prestación del servicio a la ciudadanía, como así se hizo en momentos tan difíciles que le tocó soportar a nuestra región, con la instauración de los órganos de emergencia para la atención de casos urgentes.
El Juez y Jueza de hoy enfrenta nuevos retos, ante nosotros se presentan una ola de cambios más vertiginosos que en cualquier otra época de la humanidad.
Se habla hoy en día de justicia digital, expediente virtual, notificación electrónica y declaración por video conferencia. Términos como ancho de banda, video cámara, scanner, apps, red, ya no son ajenos a la administración de justicia.
Así como la presencia de las mujeres es más notable en el sistema de administración de justicia, hoy en día el máximo órgano de control de la Constitución, es presidido por una mujer, la doctora María Leonor Ledesma Narváez; en el Poder Judicial, la Corte Suprema de Justicia está conformada por 20 jueces supremos, tres de los cuales son juezas supremas, la doctora Ana Mará Aranda Rodríguez, la doctora Elvia Barrios Alvarado y Janet Ofelia Tello Gilardi. A nivel de Cortes Superior de Justicia, preside la Corte Superior de Justicia de Cusco, la doctora Miriam Pinares Silva, en nuestro distrito judicial la doctora Elma Sonia Vergara Cabrera, preside la Junta de Fiscales Superiores de Loreto.
Cuando se trata de explicar el fenómeno del ingreso mayoritario de mujeres en las carreras jurídicas o en la administración de justicia, se responde que es “porque las mujeres somos más honestas” como seguramente se ha oído; sin embargo, es una respuesta casi de manera inmediata y ello por la absoluta categorización de cualidades o actitudes basadas en el género, lo cual no es correcto, por no ser un factor determinante. No obstante, los espacios ganados han evidenciado contundentemente que somos igualmente inteligentes, racionales, objetivas, asertivas y tenemos todas las virtudes, habilidades y capacidades que por siglos han sido atribuidas solo a los hombres, al mundo masculino.
Por ello, es posible ver que la ciudadanía demanda hoy que hombres y mujeres estemos presentes en la administración de justicia, y que trabajemos en equipo. Desde el cargo de asistente judicial hasta el juez y jueza suprema, formamos una cadena en la administración de justicia, en la cual como eslabones debemos estar unidos para lograr el funcionamiento adecuado, eficaz y eficiente del sistema.
Finalmente, agradezco a esta cálida tierra, el departamento de Loreto, que nos ha recibido con fraternal regocijo a todos los que venimos de distintas partes del Perú. Invocar a que cada uno desde su propio credo, agradezcamos la invalorable oportunidad de ser jueces y pedir al mismo tiempo la claridad, paciencia y perseverancia para seguir cumpliendo con nuestra tarea con imparcialidad.
Feliz día, señoras y señores jueces de la Corte Superior de Justicia de Loreto y del Perú.
Muchas Gracias.