- Todo a sus espaldas, sin consultarles qué beneficios podrían tener con la formalización de sus ventas.
- Aseguran que los expendedores de aguaje (los que las proveen) hacen un tremendo esfuerzo y ganan poco.
Nerly Guzmán, vende aguaje por 43 años en la misma esquina de Grau con Leticia. Antes estuvo su mamá que ahora cuenta con 80 años, cuando su progenitora fue a su casa a descansar dejó a Nerly y a su hermana en ese lugar.
Aparte de ganarse la vida en el día a día, también se la juegan. ¿Por qué? Porque por esa equina pasa el grueso volumen vehicular de la ciudad y cualquier “loco al volante” podría arrebatarles la vida en un segundo. Incluso Nerly, cuenta que hace 15 años un motocarro se salió y se fue de frente contra su venta. Ella terminó muy mal, con 7 puntos en la cabeza.
“Yo soy madre soltera y todo lo que gano acá es para mis hijos, para sobrevivir. No me parece lo que están queriendo hacer desde el gobierno regional en cuanto a formalizarnos sin que antes hayan venido a contarnos de qué se trata, quieren hacerlo a nuestras espaldas.
Nosotros compramos entre 3 o 4 sacos de aguaje en Belén, para unos 3 días. Ahorita está bien bajo todo, quizá en mayo se arregle un poco, estamos trabajando a pérdida.
No estoy de acuerdo con la resolución que quieren sacar, llevo años trabajando acá, que nadie nos moleste. Cada vez que entran autoridades nuevas quieren molestar en que paguemos cuando no tenemos ni para nosotros.
Los que sacan el aguaje ganan poco, hacen un tremendo esfuerzo en cargar el aguaje desde lejos, ellos (funcionarios) hablan porque no saben cómo se sufre para por fin el producto llegue a las esquinas a venderse” mencionó.
Su hermana también declaró, bastante molesta por la pretensión de sacar una Ordenanza para formalizar la cadena productiva del aguaje.
“Hace años vendemos acá y nunca han dicho de resoluciones para formalizar y pagar, peor ahora cómo pagaríamos con esta pandemia que nos afecta a todos. El aguaje no madura y estamos trabajando a pérdida, lo peor es que ni siquiera vienen a decirnos nada todo lo quieren hacer a nuestras espaldas” respondió la vendedora del delicioso fruto amazónico. (Luzma Herrera Lama).