Una medida discutible

La presión de los padres y madres de familia logró, a nivel nacional, que sus menores hijos puedan empezar la primaria cumpliendo 6 años hasta el 30 de junio del año que son matriculados. Hasta el año pasado esto no estaba permitido. Tenían que haber cumplido 6 años hasta el 31 de marzo. Caso contrario a sus padres no les acepaban la inscripción.
Si bien muchos progenitores pugnan porque sus hijos no se «atrasen», a determinados especialistas en educación como el exviceministro de Educación Idel Véxler, esa medida dada por el Minedu le parece equivocada, porque el desarrollo evolutivo, afectivo y cognitivo tiene correspondencia con el aprendizaje de cada grado.
Ha dicho firme que para aprender a leer y escribir se necesita tener 6 años cumplidos, y que incluso en algunos lugares del mundo se evaluó que se necesita tener hasta 7 años.
Para defender la postura del Ministerio de Educación, emitida a través de la Resolución Ministerial Nº 051-2016, el actual viceministro de Gestión Pedagógica, Flavio Figallo, dijo que esta medida tanto para colegios públicos y privados «se aplica a fin de culminar con el proceso de adecuación» y que el próximo año ya no se aplicará. Además que va beneficiar a más de 3 mil niños. Los que no podrán beneficiarse son quienes hayan seguido como alumnos libres en inicial.
Este tema es de permanente debate entre los pedagogos, y más parece una medida para satisfacer a miles de padres y madres de familia que piensan que esperar a cumplir los 6 años, para inscribir en primer grado a sus pequeños, le genera atraso escolar.
Sería interesante que se llegue a un consenso sobre este tema con la participación de diversos actores vinculados a la educación de los niños y niñas. Donde también estén representados los progenitores o tutores porque es incómodo que un año funcione una medida y al otro se varíe. Acá lo que interesa es ver lo más conveniente para los escolares.
Los padres y madres a veces queremos que corran, cuando una pausa, podría ser el gran salto para el éxito en sus años estudiantiles en la básica regular, que los impulsaría con solidez en estudios posteriores.