Es cierto que la pandemia nos ha mostrado muchas de nuestras carencias y el sector educación no ha sido ajeno a ello al evidenciar que cientos de instituciones educativas no cuentan con servicios básicos.
De acuerdo a información proporcionada por el secretario de organización del Sute Loreto, profesor Jin Jones Dávila Casternoque, se necesitan 100 mil millones para acortar las brechas respecto a falta de agua, luz, desagüe y acceso a internet en los colegios.
Se está hablando de estas carencias de servicios básicos en un 70% de los colegios, que también necesitan más y mejores implementos educativos, mobiliario escolar, carpetas, aumento de sueldos y pensiones para los maestros.
Por ello se hace necesario que la lucha del Sutep porque el 6% del Producto Bruto Interno (PBI) sea destinado al sector educación, se haga una realidad. De momento se aprobó esta cifra en la comisión de educación del Congreso de la República y esto debe ser ratificado.
Hace poco en una reunión en el Gorel, el gobernador regional Elisbán Ochoa, hacía referencia a que en Alemania aplican el 15% para su sector educación y un porcentaje similar para el sector salud.
Es que históricamente los que manejan los intereses económicos del país siempre están detrás de los políticos de turno, siempre han presionado para no tener una educación de calidad masiva, vale decir para la ciudadanía en general, y eso de al pueblo “pan y circo”, es parte de un esquema de dominación.
Negar educación, alimentación y salud de calidad ha sido una constante incluso desde antes del inicio de la vida republicana, por eso cuando en julio se habla de “somos libres” con motivo del aniversario nacional, concluimos que sigue siendo una utopía bajo un sistema de gobierno mezquino y discriminador.
Y el 6% para la Educación seguirá siendo poco, pero es importante avanzar en cifras y ojalá algún día sin necesidad de exigirlo tengamos autoridades con el suficiente valor para hacer una revolución educativa, alimentaria y de salud, destinando los más altos porcentajes que es la base de un verdadero y sólido desarrollo para el país.
Un 6% para educación
