Hemos iniciado junio y por los acontecimientos incluso antes de que iniciara el primer día, ha quedado marcado como el mes más festivo de las tradiciones, es que se escucha hablar en el marco de festivales del juane, de la chica, de la yuca, ferias agrarias, de concursos de danzas, y otros. Esto de parte de la organización regional.
Por el lado de eventos promovidos desde otros lugares del país, principalmente del Estado y particulares que se suman al calendario mensual festivo y se realizarán encuentros de autoridades promoviendo a emprendedores, hasta de la llegada de autoridades del gobierno nacional, ministros, y eventos de orquestas y artistas venidos de fuera.
El ambiente festivo lo compartimos también con las otras regiones amazónicas como San Martín, Ucayali, Madre de Dios, y la parte amazónica del Cusco que con el famoso Inti Raymi o la fiesta del sol, todo y mucho más en los lugares donde el 24 de junio como día del campesino, día de San Juan, y unos días más están el Día del Papa, de San Pedro y San Pablo, como matizando con festividad religiosa, también.
En definitiva, junio es un mes marcadamente festivo, donde para completar el matiz tenemos celebración patriótica y militar con el Día de la Bandera, y por supuesto que los desfiles en la plaza de Armas de Iquitos serán más esmerados en su organización dado el buen número de visitantes que se proyecta recibir.
La suma de visitas se sabrá después de las fechas celebratorias, lo que sí podemos asegurar es que vendrán visitantes tanto de turistas regionales, nacionales como del exterior. Muchos de nuestros paisanos vendrán viniendo a visitar a sus familiares, por lo menos del lado de la cuenca del río Marañón, donde el viaje por río y por la carretera Iquitos – Nauta para llegar más rápido a la capital loretana, les anima venir a conocernos más.
Y los turistas nacionales, de igual forma, tienen la inquietud de venir a conocer Iquitos, aunque ya no es el “paraíso” de antes por la tranquilidad que se disfrutaba en los 80 tas, con muy bajo índice de delincuencia, siempre el inmenso río Amazonas y sus afluentes, nuestra cultura con su propia identidad de forma de ser, de forma de hablar, de nuestro gentilicio en general es un producto en vías de destacar turísticamente. Ese orgullo de ser amazónico debe acentuarse sin vergüenza de lo nuestro, sin miedo al éxito por lo auténtico. Somos una marca única mundial.