La mímica como arte Acuña aún vive

Conocidas en su estructura externa son las diversas artes que conforman el Parnaso donde se nutren los poetas que cantan al amor y  a la vida, logrando casi sin percibirlo que en su arte confluyan otras manifestaciones artísticas que tiene distinto origen y destino, pero que no dejan  de ser arte puro, como sucede con el arte de la mímica cuyos cultores han dimensionado su estilo, al principio dubitativo o temeroso pero luego enérgico y agresivo, con resultados que han permitido, sobre todo al Perú, contar con una pléyade de mimos cuya figura ha logrado prestancia internacional, como es el caso de un brillante mimo que de la calle pasó a los más  encumbrados escenarios del mundo, regalando agradecidos,  su arte incomparable a quienes tuvieron y aún tienen la suerte de conocerlo en su faceta de artista. Dicho personaje es, que duda cabe, el inmortal Jorge Acuña Paredes.

Muchos dirán que aquel otrora personaje que deslumbraba a chicos y grandes, a ricos y pobres; tanto en el país como en el extranjero, ha visto concluido su ciclo vital y yace en el ostracismo donde moran los genios; sin embargo, para felicidad de quienes lo conocen, podemos decirles que Acuña vive y sigue vigente, para felicidad de sus seguidores y amantes del arte del lenguaje corporal.

Y decimos sigue y seguirá vigente sobre todo en este Iquitos que lo vio nacer porque gracias al talento creativo del renombrado escultor, pintor y dibujante  piurano Ricardo Valentino Zapata Velásquez, dentro de poco y gracias al apoyo que brindará la municipalidad provincial  de Maynas, confeccionará  una escultura en tamaño natural de Jorge Acuña, la misma que ocupará un espacio en el Bulevar de Iquitos, frente al local del Instituto Nacional de Cultura, entidad cuya iniciativa respalda la  necesaria erección de la estatua a Acuña. Quienes deseen sumarse  a dicha iniciativa pueden contactar con los directivos de la Escuela Superior de Bellas Artes.