Fiesta de los niños

Desde hace 48 años, por iniciativa de los entonces dirigentes del Círculo de Periodistas Deportivos del Perú -Filial Iquitos- se vive en nuestra ciudad una verdadera fiesta deportiva en la que participan miles de personas entre niños en competencia, padres de familia, entrenadores, asistentes, árbitros, integrantes de la mesas de control y muchos otros que de una u otra manera son parte de las jornadas aparte, claro está, de los periodistas deportivos que durante más de dos meses de competencia, vibran con las jugadas de esos niños.
Los dirigentes del Círculo de Periodistas Deportivos de Iquitos, presididos entonces por el doctor Héctor Vargas Haya, no pensaron quizá que una idea nacida al calor de su entrañable amor al deporte, se constituiría años más tarde en un torneo histórico de donde saldrían años más tarde destacados futbolistas que brillaron en las competencias oficiales de la Liga de Futbol de Iquitos, incluso, del futbol profesional peruano. Eran otras épocas, donde el amor al deporte, el deseo de lograr el campeonato, no eran pretexto para cometer irregularidades.
Aquí hacemos un paréntesis para evocar el comportamiento honesto, imparcial, decente y digno de ser tomado en cuenta por parte de periodistas como James Beuzeville Zumaeta, Moisés Chang Macedo, Ramón Alfredo Orbe Sánchez, Marcial Gómez Valderrama y tantos otros a quienes no mencionamos en su totalidad, para no olvidarnos de algunos. Lo cierto es que, hasta esta época en que Omar Vela Culqui dirige las acciones de la institución, quienes pertenecen a dicha institución deben sentirse orgullosos de ser parte del grupo humano que continúa haciendo Pelota de Trapo
Sin embargo, debemos recordar que desde hace poco más de una época, lamentablemente, se han presentado en este torneo una serie de anormalidades, que empañan el desarrollo y los resultados de Pelota de Trapo, en deterioro de la buena imagen de los organizadores, participantes y de la institución organizadora que, en su momento, supo actuar severamente sancionando de manera ejemplar a los culpables de la comisión de esos ilícitos que buscan por todos los medios ganar los partidos apelando a recursos vedados.
Los niños que participan en Pelota de Trapo son personas en formación, a quienes se les debe inculcar la práctica de valores como la puntualidad, el respeto a los ocasionales adversarios, además de la limpieza en el juego, sin tratar de sorprender a los árbitros al fingir lesiones o golpes fuertes de algún adversario. Debemos enseñarles que se gana en sana competencia o se pierde con dignidad. Y aquí los dirigentes tienen gran responsabilidad. Qué es eso de ofrecer dinero a un niño para que facilite la derrota de su equipo? Qué es eso de comprar a los árbitros.
Los dirigentes, los mayores de edad, los padres de familia, organizadores y vecinos y deberíamos enseñarles actitudes correctas para que en el futuro sean ciudadanos ejemplares, de buen comportamiento. Esos niños de ahora tienen que ser la reserva moral de nuestra región y del Perú, los que en el futuro, ya ciudadanos, que hagan una Iquitos, Loreto y Perú, mejor que el actual, porque como decía el siempre recordado periodista Víctor Manuel Velásquez Cárdenas: Haciendo deporte, también se hace patria.