Delitos contra seguridad pública se deben resolver en comisarías

En declaraciones que se publican en nuestra edición de hoy, el fiscal superior decano Dr. Marco Antonio Valdez Hirene, dice estar planteando que los delitos contra la seguridad pública se resuelvan en la sede policial y que lo que la Fiscalía está haciendo son los ajustes correspondientes para que así sea, aplicando el principio de oportunidad que es un mecanismo que prevé el Nuevo Código Procesal Penal, lo que ha permitido que determinados casos se resuelvan sin necesidad de un proceso judicial, lo que nos parece una medida acertada.
Pero donde tenemos que incidir es en un aspecto sumamente importante para que esto se haga realidad. Que la policía, como garante del ejercicio de un Estado de Derecho, debe ser la primera institución en acreditar el cumplimiento de las leyes y la seguridad de las personas, manteniendo el orden público.
Eso, supone, que el agente policial debe conocer de principio a fin la Constitución del Estado y de las Leyes que norman la conducta de los ciudadanos de este país y, por supuesto, la protección de la seguridad ciudadana, que es poner en salvaguarda su vida y su seguridad.
Así entonces, el policía que investiga los delitos contra la seguridad pública, debe, también, saber cuáles son los dispositivos que establecen estos delitos, amén de los conocimientos que los policías tienen sobre los procedimientos de investigación que existen para cada caso.
Pero si no está capacitado en los aspectos anotados líneas arriba, deberá abstenerse, porque se corren muchos riesgos atentatorios, como que en la actualidad hay delitos de esta naturaleza que aún se encuentran en las comisarías sin haber sido resueltos.
La mejor manera de que un policía pueda, mediante su intervención, proteger la vida del ciudadano, será cuando sepa a cabalidad conocer las leyes que amparan la vida de un ser humano para, a partir de entonces, hacer una buena investigación de los hechos.
Confiamos en que el planteamiento del Dr. Valdez Hirene, haya considerado los acápites anotados, para una eficiente labor de la policía en lo que concierne  a que los delitos contra la seguridad pública, se resuelvan rápidamente en las comisarías.