- Delincuentes huyeron con botín
La inseguridad ciudadana vuelve a golpear con fuerza. El último fin de semana, dos delincuentes armados perpetraron un violento asalto en el grifo “Sharis”, situado en la intersección de las calles Atlántida y Abtao, en el distrito de Iquitos. Este incidente suma una nueva página a la preocupante ola de criminalidad que azota la ciudad.
Según los testimonios recabados en el lugar, los asaltantes llegaron en una moto de alto cilindraje, lo que les permitió maniobrar rápidamente y escapar con facilidad. Armados con pistolas, los delincuentes ingresaron al establecimiento y amedrentaron a las trabajadoras, quienes no tuvieron más opción que entregar el canguro que contenía el dinero de las ventas del día.
Los minutos que duró el asalto fueron de extrema tensión. Una de las empleadas, quien prefirió mantener su identidad en el anonimato por miedo a represalias, relató: “Nos apuntaron directamente, y no sabíamos qué iba a pasar. Nos obligaron a entregar el dinero mientras nos gritaban que nos quedáramos quietas.” La situación se tornó aún más crítica cuando uno de los asaltantes realizó un disparo al aire, generando pánico entre los presentes y asegurándose de que nadie intentara seguirlos.
Tras el atraco, los delincuentes huyeron en dirección desconocida. La rápida intervención de las fuerzas policiales permitió asegurar la escena y recoger pruebas. Los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) han iniciado una exhaustiva investigación para dar con los responsables, revisando cámaras de seguridad y tomando declaraciones de testigos.
Este asalto se suma a una serie de eventos delictivos que han venido sucediendo en el distrito de Iquitos. Los vecinos y comerciantes expresan su preocupación y exigen mayores medidas de seguridad. “No podemos vivir con miedo. Necesitamos más presencia policial y acciones concretas para frenar a estos delincuentes,” comentó un vecino.
La violencia y la inseguridad siguen siendo problemas apremiantes en Iquitos. Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, la comunidad permanece alerta y exige justicia. La confianza en las instituciones está en juego, y solo una respuesta efectiva y rápida podrá devolver la tranquilidad a la población. (C. Ampuero)