Flores del catorce

Después de las palmeras de huasaí por la fiesta de carnaval que todavía continúa en sectores focalizados, con la fiesta de San Valentín se vino el consumo de flores con sus respectivos arreglos para regalar sea por el sentimiento del amor o de la amistad.
Como se conoce ayer en el día de San Valentín que se celebra todos los 14 de febrero, uno de los artículos naturales más buscados por los enamorados o amistades, fueron las flores en sus distintas especies.
Es un escenario entre emocionante y hasta chistoso, lo primero porque cuando el amor es sincero los arreglos florales parecen una bendición, pero estos mismos cuando viene de personas que se duda de su sinceridad, dan risa con esas poses de lealtad en el amor.
Bueno, así somos los humanos de imperfectos en esa constante lucha por hacer bien las cosas, pero hay casos crónicos que como dice la canción “que lo perdone Dios” tanto a hombres como a mujeres, y de otros llamados “géneros” también, aunque también podría decirse de otras opciones de vida.
Esto, como, dicho sea de paso, porque al punto que queremos llegar es que en nuestra región no se ha desarrollado la floricultura como en la zona de la selva central, que hasta negocios de exportación realizan.
Tenemos, claro que sí, tenemos hermosas flores nativas que podrían ser promovidas desde su cultivo hasta los procesos de comercialización. Es un rubro que no estamos considerando y que las autoridades responsables de alentar, planificar y ejecutar las ideas de negocios, deberían considerar dentro de los planes de reactivación de la economía regional. La floricultura familiar es una opción generadora de empleo.