Inversiones seguras

Estamos nuevamente viviendo una ilusión respecto a la economía de nuestro país, claro que los matemáticos dirán a las pruebas científicas me remito y las estadísticas monetarias les va a dar la razón, pero la estadística social en cuanto a la situación de pobreza y pobreza extrema en el país va enrostrar otra parte de la verdad.
Es una verdad que no quieren mirar quienes consideran que el país se centra solamente en el bienestar de un sector ni mayoritario que de buenas o de malas a acumulado riquezas, muchas veces aprovechándose de las coyunturas políticas de los gobiernos de turno, y no está mal que existan personas que han logrado asegurar su vida económica, para nada.
El punto es que como hacemos que la economía se diversifique de tal forma que mejore la calidad de vida de cada uno de los peruanos en todas las regiones del país, y la práctica nos ha demostrado que los “mancharis” que tienen ciertos economistas de turno en el poder no ha resultado lo que vaticinaron, o como se sospechaba eran poses para negar a los propietarios el dinero necesario por la emergencia mundial de salud. Esto se vio claramente con el uso de los dineros de las AFPs, que se decía nos empujaría a la desgracia económica total.
Esto demostró que se puede lograr inversiones seguras para todos los sectores del país, que no representa un esfuerzo, sino, voluntad política. Así millones de peruanos esperan impulsos y promociones de la economía desde pequeños emprendimientos como la economía familiar de subsistencia y de micro comercialización con miras de crecimiento. Ello en la figura de un Estado en todos sus niveles de gobierno que consuma, adquiera, compre para sus diversos programas la producción local y regional, dinamizando más rápidamente la economía.
Cómo promover nuestra economía sin dejar ningún nicho de negocio a su suerte, prácticamente abandonado, así como el Estado compra a las grandes empresas que muchas ya no necesitan porque son millonarios, también se debe equilibrar la balanza con los pequeños y medianos empresarios, el problema es la corrupción que “amarra” las compras y se da también la figura monopólica en las compras.
Y qué bien que el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, haya asegurado que el Gobierno ha recuperado la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros y reafirmó el compromiso de conservar la estabilidad económica del país, necesaria para fomentar el desarrollo del sector privado. Esa confianza que necesitamos todos los peruanos, también, confianza que gobiernan para todos y no sólo para grupos de poder. Es la única fórmula de sentar bases para la gran reconciliación nacional. Caso contrario todo seguirá quedando en mera ilusión.