Veníamos observando desde hace unas semanas las levantadas de motos en la zona céntrica de Iquitos, es decir las calles alrededor de la Plaza de Armas y un poquito más allá. Bueno, zona histórica y turística encajaba en las buenas intenciones de la Municipalidad de Maynas, que a través de su sector Tránsito estaba aplicando para darle la tranquilidad que el sector necesita. Buen punto a favor del turismo.
Pero, sucede que día a día avanzaban más hacia otras calles más distantes de la plaza de Armas, y bueno, pensamos mientras no sea inflexible la medida y más bien se torne orientadora a fin de hacer que la gente tome como suyo, el querer ver a su ciudad ordenada y no llena de vehículos que no solo atentan contra la seguridad vial, al estar mal estacionados, sino que rompen la armonía de una zona urbanística.
Y vemos que nos equivocamos en cuanto a pensar que primaria el sentido común al momento de seguir aplicando esta medida. Hasta que llegaron a la calle Pebas, quinta cuadra, donde por obvias razones tiene que haber un amontonamiento de motos de los trabajadores, catedráticos y en un altísimo porcentaje de los estudiantes de la UNAP que no tienen dónde dejar sus vehículos.
La historia ustedes ya la conocen y, si no, les resumimos, una leal vendedora de los universitarios no dudó en dar la voz de alerta cuando llegó el camión de Maynas y empezaron a subir las motos estacionadas. Los jóvenes tampoco dudaron y empezó el forcejeo, los gritos y las voces increpando el accionar de los serenos de la comuna provincial. Pero, a quién se le puede ocurrir semejante despropósito. Todo se alteró y los chicos abandonaron sus aulas para rescatar sus vehículos.
Se dijo antes y lo volvemos a repetir, si bien esto debe ser estricto en la zona muy céntrica, porque la zona monumental es mucho más amplia, se tienen que establecer criterios, y hacer lo que hicieron en las veredas de la Universidad de Amazonía, no se debe volver a repetir. Primero, presionar a las autoridades universitarias para que acondicionen un parqueo de vehículos y se eviten estos bochornos. Y, segundo, que exijan a las entidades sean públicas o privadas, en planificar las construcción de parqueo de vehículos.