Muchos conocemos el trabajo de la artista nacional dedicada a la comicidad Wendy Ramos y nos ha cautivada a través de la serie «Pataclaun», uno de los éxitos nacionales que hasta ahora disfruta la teleaudiencia, sea la nueva generación o a quienes nos gusta recordar los capítulos ya vistos. Es ella una de las integrantes que nos está visitando con cerca de un centenar de clauns o payasos que visitan diversos lugares de la ciudad.
Pude verlos en el Hospital Regional cuando llegaron al piso de Pediatría y como transmitían esa alegría del hecho de estar vivos y la esperanza de un mundo mejor, con más sonrisas, con más alegrías, con más gente decidida a cambiar un rostro y ceño fruncido por uno más relajado y tolerante a las diferencias que pueda haber en nuestra coexistencia humana.
Ellos y ellas nos visitan cada año y se van por muchos lugares llevando el mensaje de la sonrisa, de la risa como terapia a nuestros males, o como un complemento para aliviar nuestros dolores y que ayude a la sanación deseada.
Se presentan con vistosos y muy divertidos trajes, con diseños que parecen salidos de una caja de sorpresas o de uno de los circos más coloridos y de los más dispares diseños que llaman la atención de chicos y grandes. A todos o casi todos nos arrancan una sonrisa, desde la simplicidad de su presencia hasta la pirueta más sofisticada de sus actuaciones.
Una de las promotoras de esta caravana de la alegría, como también podríamos llamarlo, es justamente nuestra grande Wendy, que ni el paso de los años le ha borrado la amplia sonrisa que marcando surcos en su rostro, la muestran más bella que nunca, en el esplendor de la vida cargada de dichosas experiencias. Vamos, necesitamos más wendys, más clauns, más gente decidida a estirar los labios para dibujar una amplia sonrisa para el alma, el amigo, la amiga, como un cambio de actitud y para la esperanza.