Registrar diariamente los hechos noticiosos es la mejor forma de escribir la historia de un pueblo. Eso es lo que hace el periodismo, desde los hechos desagradables que se encuentran en las comisarías y en los hospitales, pasando por las noticias donde los protagonistas son las autoridades y la colectividad misma, recogiendo las opiniones por más diversas que éstas sean y dando a conocer el panorama nacional y mundial en sus más variadas facetas.
El periodismo es la fuente de donde se nutre de información la gente de un pueblo, de un país y del mundo entero. Sin su práctica sería imposible conocer el acontecer que sucede en el mundo, de ahí su importancia en la vida diaria.
Por eso, quienes lo practican deberán ser conscientes de la responsabilidad que conlleva el ser periodista, de escribir en un periódico, o transmitir la información por medios de radio o televisión.
Mañana, uno de octubre, en el Perú se celebra el Día del Periodista, ocasión que debería ser motivo para hacer un balance de la actuación que cada uno de ellos ha tenido en la labor diaria, si sus notas fueron realmente un buen aporte a la sociedad que actualmente vive momentos preocupantes y peligrosos.
Un mensaje dedicado a la reflexión de los políticos que han equivocado el camino y se han apartado de la decencia, la moral y la honestidad, no está demás, porque de su actuación depende que un pueblo surja y se desarrolle. En esto el periodista debe estar identificado como un abanderado de la verdad.
Que este día, dedicado a los hombres y mujeres periodistas, sea la reafirmación de valores, de seguir los pasos dignos y honorables de los periodistas loretanos que nos antecedieron, todos ellos reunidos en la figura señera y patriarcal de Luis Alfonso Navarro Cáuper, padre del periodismo de Loreto. Un abrazo a los colegas.