Feria navideña debe ser caso cerrado

No se debe permitir que la presión de un grupo de comerciantes presione de tal manera a las autoridades, que éstas, a falta de personalidad, no pueden ejercer autoridad sobre el caso, aunque hay otras que por cuestiones personales no tienen escrúpulos en ponerse en contra para congraciarse con los revoltosos.

Basta de dimes y diretes en esto que es tan evidente que constituye un serio peligro que linda con la tragedia, por lo que nadie en su sano juicio podría estar en contra de la prohibición de que esta actividad comercial se realice en las calles del Jr. Próspero.

La autoridad municipal de Maynas ha expresado claramente que se va a ejercer autoridad sobre el caso, señalando que «las autoridades no debemos pensar en los votos, sino en la seguridad de la población», condenando la actitud de la municipalidad de Belén de autorizar la llamada feria en Próspero, por lo que nuestro diario tituló en su portada de ayer «Peligro latente».

No es para menos la preocupación de las diferentes entidades que tienen que ver con la seguridad, que ven a esta feria como de alto riesgo, lo que traería graves consecuencias que luego estaríamos lamentando.

No se puede menos que calificar de irresponsable al alcalde de Belén y sus funcionarios que se muestran como unos perfectos felipillos, al aceptar el capricho y el matonismo del burgomaestre belenino que quiere imponer a la fuerza su voluntad para ganarse la simpatía de unas cuantas personas irresponsables, también, como él.

Cuando estamos en contra de algo, es porque siguiendo el consejo del sentido común y el mejor parecer de la ciudadanía, queremos persuadir a quienes tienen en sus manos decidir sobre tal o cual asunto para que declinen sus equivocados puntos de vista y den paso a la razón.