De fiesta está la isla bonita

Con la llegada del año, a pocos  días, llega el aniversario de Iquitos, por lo que la fiesta, al menos en la isla bonita, continúa.
De que somos un pueblo fiestero, nadie lo puede negar. Nos gusta la música para celebrar un acontecimiento familiar o social. La pasamos bien, en ese sentido.
Esa fiesta, también debería darse en la vida de la población que espera días mejores en todos los aspectos, especialmente en los servicios que espera de parte de sus autoridades que lejos de estar peleándose por ambiciones  personales o de grupo, descuidan el encargo que el pueblo les dio, de trabajar por el bienestar colectivo.
Desde los tiempos del alcalde José Silfo Alván del Castillo, cuando creó la empresa municipal Emsepsa, Iquitos contaba con un eficiente servicio de recojo de basura. Hoy es una incertidumbre saber si mañana pasará el carro recolector o si la basura estará amontonada en las calles. Si se le está pagando a la empresa propietaria del botadero o si debemos ir a buscar algún descampado para arrojarla ahí, es otra difícil situación que debemos vivir.
Iquitos  celebra 152 años de fundación con un servicio de agua potable ineficiente, con una apretada capacidad para atender la demanda, cada vez más numerosa.
Y ni qué hablar del servicio eléctrico, el más caro del mundo y el más desacreditado con falsas facturaciones, cortes intempestivos y quema de electrodomésticos.
Iquitos vive ahora la más peligrosa inseguridad ciudadana, con sus calles invadidas por bandas criminales que acechan a sus víctimas para quitarles el dinero que llevan con ellas.
Un aniversario más en la vida social de este territorio, llamado a ser el principal referente emblemático de la selva amazónica, pero que va quedando rezagado frente a ciudades que están emergiendo con gran fuerza, dejándonos en un tercer plano.
Cuando todos, sin distingos políticos, y despojados de intereses personales, nos pongamos a trabajar por este Iquitos nuestro, recién encontraremos el camino del progreso y el desarrollo que ha quedado estancado en el pasado.
¡Feliz día Iquitos!