Buscando culpables

Se podría decir que es parte de nuestra cultura, la costumbre de buscar culpables cuando tenemos problemas que no precisamente lo generamos nosotros, pero sufrimos las consecuencias. Es lo que viene ocurriendo con la lucha indígena. Mientras ellos gritaban en Saramurillo, y nadie les escuchaba, todo era tranquilidad, pero cuando bloquearon el río Marañón y los productos se empezaron a encarecer en Iquitos, todos viramos la mirada hacia ellos.

Obviamente que a nadie le gusta que de pronto suban los precios de los productos, aunque ya se registraban alzas antes de la protesta indefinida indígena; en estos últimos días el incremento fue mayor. En varios productos justificados y en otros no, es pura especulación con el ánimo bárbaro de lucrarse sin escrúpulos.

Estando en este contexto del alza de precios, mucha gente de la ciudad ha salido a determinados medios de comunicación a comentar sobre la lucha indígena. Unos apoyan, otros no están de acuerdo. Y hay otros que le quieren echar la culpa a los indígenas, argumentando que esa protesta no tiene razón de ser porque ellos han recibido mucho dinero de las empresas petroleras. Y tienen razón cuando dicen que se beneficiaron con pagos, que respondían a cancelaciones por normativas legales.

Que ellos hayan administrado mal el dinero que les tocó recibir, no es problema de nadie, pero sí es condenable la sospecha que determinados dirigentes o lideresas, apus, apas, se hayan podido aprovechar de la situación para beneficio propio y no haber sabido invertir en sus pueblos, en proyectos productivos, y que incluso se conoce que en ciertos casos se repartían el dinero entre todas las familias de determinada comunidad porque no sabían, ni parece buscaron asesoramiento.

Sobre estas versiones, ciertos ciudadanos han salido a decir que son extorsionadores, ladrones, chantajistas, etc. Otros han salido a defenderlos. Lo que debemos apuntar es a los problemas de fondo. Cierto que en toda sociedad sea indígena o mestiza, u otros, hay de todo. Si el Estado o la empresa privada, pagó derechos, el Estado es responsable de no haber creado mecanismos de control a la dirigencia indígena. Lo mismo que sucedió con el canon petrolero y el despilfarro de millones de soles en obras inoficiosas o mal hechas por ciertas autoridades, que apuntaban más a aprovecharse ilícitamente del dinero.

Centremos el problema, en esa línea, uno de los temas de fondo que nos afecta a todos es la contaminación de quebradas, lagos y ríos; y que ni el Estado, ni las empresas de hidrocarburos han podido afrontar la remediación con éxito. Ni las supervisoras satisfacen. Justamente la REMEDIACIÓN es una de las exigencias. Ampliemos la mirada y que se busquen soluciones.