Paladar inclusivo

Así como la comprensión de las diversas realidades del país, desde las autoridades que deciden desde Lima, resulta un problema titánico, el mismo proceso parece viene atravesando la aceptación de que la degustación de preparados con productos ajenos, poco acostumbrados, o nulos, en la dieta que ofrece el programa social Qali Warma.
Costa, sierra y selva, somos peruanos pero con distintas realidades y costumbres, se lo seguiremos diciendo, no nos cansaremos, aunque obviamente por momentos nos enoja que no puedan entenderlo en su integridad, y la verdad que no creemos que no lo asimilen, sino se cruzarían otros intereses que se relacionan con otorgar una verdadera descentralización del país.
Simple, si se pretende que los productos que utiliza el programa social referido para ofrecer alimentación a los escolares con productos nutritivos de cada zona del país, no tendrían por qué comprar productos enlatados de la costa peruana, principalmente. Entonces vemos que primarían intereses comerciales frente a la posibilidad de que los niños y niñas de las diversas regiones del país disfruten de un desayuno o almuerzo a su gusto, haciendo que funcione una fórmula que podríamos llamar: paladar inclusivo.
Inclusivo porque estaríamos colocando como prioridad a los productos regionales propios de cada región o realidad de los departamentos del país, donde incluso tendremos que diferenciar las costumbres urbanas, de las poblaciones campesinas y de las indígenas.
Toda una diversidad que el centralismo se sigue resistiendo a encarar, aceptar y dar las posibilidades mayores de aplicar. De ser así, seríamos más felices en las tierras que nos vieron nacer, no tendríamos la necesidad de estar migrando a otras regiones como la de Lima en busca de ser considerados como peruanos de primer nivel en lo que a atenciones se refiere. Y sabemos lo dañinas que resultan esas tugurizaciones poblacionales a la corta o a la larga.
Sin embargo, se vienen dando pasos, qué más nos queda que reconocerlo, porque son nuestros pequeños logros de tanto y tanto remarcar el tema, pero surgen otras condicionantes para la adquisición de los productos hechos en la región que se podría solucionar con el CITE Productivo Maynas, hecho para dar el valor agregado a los productos y las condiciones de salubridad y otros requisitos importantes.
Mientras nos dicen que en San Lorenzo, río Marañón, los niños y niñas de primaria vienen recibiendo con agrado la preparación de conserva de pollo, arroz y menestra que preparan las madres que pertenecen a los Comités de Alimentación Escolar (CAE), que inician sus labores de preparación de los alimentos a las 4 de la madrugada, y que para los niños de inicial preparan la avena con leche enriquecida que es acompañada con galletas de quinua.
Además, dicen que en el menú escolar incluyen diversos alimentos locales, pero no dicen cuáles. Suponemos leche con mazamorra de harina de plátano, o de tapioca, o de upe. Esperamos que el uso de lo propio siga avanzando.