«Nadie está libre de volverse loco de la noche a la mañana»

-Experto psiquiatra argentino Hugo Reales

– Esto debido a factores multi-causales que pueden afectar a los seres humanos.

– Estuvo presente ayer en el Centro de Rehabilitación del Enfermo Mental de Iquitos. 

Hugo Reales es un psiquiatra experto de la provincia «Río Negro» de Argentina, se encuentra como asesor en el proceso de reforma del CREMI, es decir sobre el cambio del modelo manicomial al modelo comunitario, solidario, por recomendación de la Organización Mundial de la Salud.

Psiquiatra Hugo Reales, de nacionalidad argentina, viene supervisando proceso de cambio del CREMI.
Psiquiatra Hugo Reales, de nacionalidad argentina, viene supervisando proceso de cambio del CREMI.

 

Debido al incremento de personas con trastornos mentales en la ciudad y teniendo en cuenta que muchas veces los llamados «cuerdos» o «sanos» terminamos siendo más locos que los propios seres que extraviaron la mente, consultamos al psiquiatra sobre el origen de la locura. 

«Los trastornos mentales pueden tener factores multicausales. Pueden ser por genética, sin que ello signifique que se enfermen, mas si hay esa predisposición genética biológica pueden incidir con factores psicológicos y ambientales apareciendo la enfermedad.

Otro es el trastorno bioquímico del cerebro, por eso hay tratamiento bioquímico que restablece al paciente. Esto gracias al desarrollo de la ciencia, ahora hay química para el sueño, para disminuir la agresividad, hay bioquímica para cada cosa. Todos los que pensamos, sentimos, podemos desencadenar una catarata de mediadores químicos como el miedo. Cuando se siente miedo el proceso químico hace que el cuerpo se tensione, preparándonos para la lucha a fin de defendernos o atacar.

Está la carga del sufrimiento. Tenemos un límite, una tolerancia a través del mecanismo del estrés que es una defensa humana. Cuando ese mecanismo se agota…se construye un delirio y uno se vuelve loco, la locura sería como un mecanismo de defensa ante un exceso de sufrimiento. Nadie está exento, libre de de volverse loco si se pierde un trabajo, un hijo, o aparece una concadena de varios factores adversos o negativos, allí aparece el sufrimiento mental y podemos llegar a la locura, a la enfermedad. Todas las personas tenemos causas para sufrir por algo», graficó el psiquiatra. 

Mencionó también que hay varios centros de rehabilitación mental en el Perú, pero que llegó como asesor primero a Iquitos por estar considerada como una zona vulnerable. Una región pobre, olvidada, deprimida social y económicamente.

«Lo que aparentemente la muestra como una ciudad festiva, siempre alegre, puede ser un mecanismo de encapsular el miedo, el sufrimiento, el temor de enfrentarse a una dura realidad donde existen pocas oportunidades de desarrollo. De lo que se trata ahora es de lograr que la sociedad se fije más en los seres que son afectados en su mente, así como las autoridades. La atención que se les dará a las personas será en los hospitales como a cualquier otra, los medicamentos necesarios existen, no se les dejará abandonados, lo cierto es que de ninguna manera se seguirá con el modelo de un manicomio como ha pasado por años. A nivel mundial varios centros ya se están cerrando y eso también ocurrirá en Iquitos, para que este centro se convierta en algo productivo.

Ahora cuando se entra a un centro como éste, hay una impresión de abandono, de encarcelamiento, de control  social, sin una función terapéutica. Los manicomios aparecieron después de la 2da. Guerra Mundial por la cantidad de gente que padeció sufrimiento mental y debió ser internada en una especie de asilos. Hoy ya no es así, se ha venido estudiando desde hace años la cuestión ética donde ese tipo de encierros ha estado violando los derechos humanos, una situación nada terapéutica donde las personas se deterioran más. Ahora existen los fármacos que controlan las emociones de las personas con padecimiento mental», abrevió el médico.

Criticó el hecho que para el CREMI las autoridades habían ofrecido un presupuesto para luz (usan motor que les demanda gasto),  agua, desagüe, sin que a la fecha hayan cumplido. «Todos esos incumplimientos contribuyen a la exclusión social, al olvido de las personas como si no fueran seres humanos. Hay familias que expulsan a sus seres queridos, ellos deben entender que con la medicación necesaria y el afecto que les brinden bien pueden recuperarse en sus casas, es lo más efectivo y lo mejor», dijo.

Agregó que en todo el mundo se viene modificando la estructura de los hospitales psiquiátricos. El de Iquitos se hizo como un centro de rehabilitación en su debida categoría, mas terminó siendo un manicomio. «La presencia de un médico contribuyó a que todos llevaran  a sus pacientes, incluso hay algunos de Lima y otras zonas, lo que no debería ser. Esto no está habilitado y reconocido como manicomio y ha funcionado así, el objetivo es acabar con el modelo manicomial y atender el modelo comunitario, solidario, con otro tipo de estrategias», concluyó.