Eterna conectividad

La comunicación es muy importante en todos los aspectos de la vida, si bien nacemos solos, salvo los gemelos y más, pero la naturaleza del ser humano es la convivencia, es un ser sociable aun cuando se trate de personas que disfrutan de la soledad en algún momento buscan un compartir con alguien.
En ese sentido, el conectarnos entre comunidades, pueblos y ciudades de nuestra misma región y si va más allá, mucho mejor, es una necesidad innata de la persona para desarrollarse, compartir, conocerse, disfrutar, crecer, es saludable en todo sentido en la vida.
Si tomamos como referencia al llamado tercer mundo como conocemos a la parte europea, podemos comprobar que su desarrollo ha sido a partir de la conectividad, por tierra, aire y agua, sobre todo por las vías terrestres a través de caminos, estructuras ferroviarias, carreteras de concreto muy bien construidas; que ha dado lugar a un saludable intercambio entre los habitantes.
Quienes han estado por esos lugares, saben que pueden cruzar fronteras y conocer diversos países hasta en movilidades particulares, es todo un mundo de conectividad que con su respectiva reglamentación sigue logrando un importante progreso y calidad de vida hasta en los poblados más distantes de las grandes urbes.
Por supuesto, que no todo es color de rosas, y es que los problemas sociales siempre estarán presentes y serán el reto en solucionar de los gobiernos, como la situación de inmigrantes que es uno de los más álgidos que compromete la situación de personas que buscan un mejor lugar para vivir.
Otra de las zonas del mundo que pueden sentirse orgullosos de su conectividad son los estados que conforman uno de los países más grandes de América y nos referimos a Estados Unidos donde sus autopistas y carreteras son capaces de unir muchas ciudades metropolitanas que se sostienen unas de otras, y para el turismo es fabuloso.
En la parte del sur de América incluyendo nuestro país, estamos como suspendidos y no le damos la debida prioridad a los proyectos carreteros y suceden casos como la del puente Nanay (en nuestro caso muy particular), donde sus demás tramos hasta llegar a su meta final que es la capital de la provincia del Putumayo, están en espera. Y por supuesto que una vía de ese tipo debe seguir con todas las reglamentaciones en cuanto a seguridad nacional y otros. Sí se puede, pero seguimos invocando contar con autoridades visionarias y honestas.