Correteos

Los reportes policiales nos dan cuenta del aumento de accidentes de tránsito en nuestra ciudad de Iquitos, al menos, esa es la percepción a razón de las noticias sobre casos en las pistas de la ciudad con resultados desde leves hasta fatales. Pero, lo grave de esto es que la imprudencia es general.
Es que cuando transitamos por las calles de la ciudad podemos constatar que el loquerío es generalizado, principalmente temprano por la mañana, al medio día y al caer la noche. También se les conoce como las horas punta. Y aun en otras horas los correteos de vehículos, y las imprudencias, son generalizadas.
Las víctimas son ciudadanos de a pie, pasajeros, conductores, y entre ellos hasta policías que son quienes tienen la función de velar por la tranquilidad en la ciudad. Y sucede que los causantes son cualquiera de los mencionados en este párrafo. Ya no se puede afirmar que son mayormente los motocarristas los imprudentes.
Así se reporta accidentes ocasionados por conductores de motos, por motocarristas, por choferes de colectivos, por policías conductores, por peatones distraídos. No se respetan las señales del semáforo, todos se quieren tomar la delantera y lo hacen de cualquier forma violando las reglas de tránsito.
Es en estas circunstancias cuando extrañamos una mayor actividad de la policía de tránsito. En ese sentido la estrategia tiene que ser diferente. No basta con estar en las esquinas de las calles dirigiendo el tránsito o donde hay semáforos, cuidando que los «conductores» cumplan con respetar lo que ordenan las luces. Hasta en eso estamos con mala nota.
Y decíamos que se tendría que cambiar de estrategia, y patrullar más por las rutas de los colectivos que en las horas punta se creen los dueños de las pistas y pareciera que corren para una carrera, sin respetar a los pasajeros que cruzan los dedos o elevan una plegaria para que no suceda algún accidente grave.
Es más, los policías de tránsito podrían ir hasta de civil, es decir los llamados efectivos encubiertos, en ropa común para no levantar sospechas y de una vez poner a derecho a cuanto chofer encuentren haciendo correría. La sanción podría ser suspensión temporal y capacitación obligada para que entienda lo temerario de su actitud. Y de reincidir tendría que ser una sanción drástica. Aunque todo ello ya está escrito. Falta aplicar.