Clases presenciales

La educación de los hijos e hijas es una de las mayores preocupaciones frente a una nueva forma de enseñanza que no termina por convencernos, debido a las limitaciones tecnológicas que se tiene y que por ser experimental se desconoce su eficacia o no.
Obviamente que frente a la nueva conducta que nos obliga la pandemia por el Covid-19 y a conservar los protocolos de bioseguridad, se hizo necesario implementar la educación vía clases virtuales lo que conocemos también como el sistema remoto.
Se vienen aplicando varias estrategias para que los escolares puedan tener una mayor garantía de la enseñanza que reciben, pero otras actitudes que son responsabilidad de los padres y madres de familia y de los mismos estudiantes, hacen deficiente este sistema virtual.
Estas apreciaciones se confirman sobre todo en la zona rural donde no confían en el sistema remoto y prefieren tener a sus hijos ocupados en los trabajos caseros para la subsistencia familiar, van a la chacra y realizan otras responsabilidades dentro del hogar.
Una realidad que todavía no queremos afrontar con todas sus letras y tratamos de maquillarlo, miles de niños, niñas y adolescentes no estarían recibiendo las enseñanzas que corresponden a su escolaridad de forma virtual.
Aunque puede sonar alentador una modalidad poco conocida que estaría aplicando el ente educativo de Loreto y que es poco conocido, se trata de las hojas de trabajo que los profesores entregan casa por casa y luego de unos días retornan para recogerlos y evaluar.
Pero, como bajaron los casos de Covid-19 también en las comunidades rurales, los docentes estarían haciendo una hora prudencial de clases en sus escuelas unipersonales donde cuentan con una mínima cantidad de estudiantes y según versiones los escolares están respondiendo mucho mejor en el aprendizaje.
Vale decir que acá solamente faltaría que el gobierno oficialice la posibilidad que ya se puedan brindar clases presenciales con las medidas de salubridad que correspondan en lugares menos riesgosos, para que no se haga a escondiditas, como al parecer estaría ocurriendo.