Voluntad política

En el país todos hemos sido y seguimos siendo testigos que la voluntad política casi no existe. Lo que presenciamos y se evidencia es la voluntad de muchos o la mayoría de políticos para gobernar fingiendo a favor del pueblo, pero en el trasfondo es a favor de sus intereses económicos directos, de grupo amical y familiar, y de sus agrupaciones.
Un punto importante de la democracia que no se practica y también casi se ha olvidado, o mejor dicho en las actuaciones de los protagonistas políticos no se ve, y siempre se vio muy poco; es que el candidato que gane las elecciones para ocupar una gestión como autoridad, desde el momento que juramenta debería asumir que va gobernar para todos por igual despojándose del membrete partidario que lo condujo hasta esa posición.
Acá existe una especie de alquiler del poder político. Ganan y creen que van a administrar sus recursos personales y no de un distrito, provincia o país. Y de pronto creen que serán eternos en el cargo y hacen y deshacen. Partiendo solo de una muestra simple pero que grafica el pensamiento, de pronto las fachadas de la entidad se cambian al color característico de la agrupación política a la que pertenece la autoridad que inicia su gestión. Y su foto en un cuadro llamativo empieza a colocarse en todas las oficinas.
Entonces el tema de la voluntad política no podrá funcionar con este tipo de acciones e ideas contradictorias. Por eso cuando en estos días se le exige al Congreso de la República que tenga voluntad política, suena como mirar al cielo y querer alcanzar una estrella con la mano. Es cuanto las ideas de disolver el congreso suenan con fuerza desde las entrañas de los compatriotas que están indignados por todo un sistema que se sabía corrupto, pero que ha superado lo que se imaginaba.
Una de esas voluntades que se espera del Congreso de la República es que tome como suyo las propuestas y debatir y el proyecto del Poder Ejecutivo que plantea una reforma constitucional que regule el financiamiento de las organizaciones políticas. Es lo que ha indicado Percy Medina de Idea Internacional.
En declaraciones a la Agencia Andina, sostuvo que lo importante es garantizar la transparencia e integridad de los aportes que reciben los partidos políticos que participan en comicios electorales. “Es importante poner el tema en discusión. Darle un nivel constitucional puede ayudar a que se preste más atención a una problemática sin duda importante para la política y la democracia”.
El proyecto de ley plantea reformar el artículo 35 de la Constitución para establecer prohibiciones sobre el dinero no declarado y los aportes ilícitos provenientes de actividades ilegales como el narcotráfico y la minería ilegal. De algún modo legal se tienen que lograr estas reformas.