Estamos como al borde del barranco y en postura de caída libre en muchos temas sociales, por lo que consideramos que todos, desde donde nos encontremos, de forma individual, institucional o desde el sector privado tendríamos que generar proyectos en beneficio del capital humano.
Una muestra lo dan algunos empresarios. Es el caso del Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate, y la Asociación de Exportadores Perú Textiles (Prevex), que suscribieron ayer un pacto por la empleabilidad juvenil y la capacitación laboral dual.
Evidentemente es un esfuerzo conjunto por mejorar las oportunidades laborales de los jóvenes en situación de vulnerabilidad. El convenio establece una alianza estratégica para capacitar y emplear a jóvenes de 15 años a más que se encuentran en situación de pobreza o pobreza extrema.
Esto es una muestra de lo que se puede hacer, si bien esta empresa aplicará su proyecto social en la zona de la costa peruana, otras grandes empresas que tienen a peruanos que aman al país podrían seguir esta experiencia a favor de la juventud en riesgo de errar su camino por algún mal social.
Las municipalidades provinciales y distritales como entes vecinales tendrían ya que considerar con mucha responsabilidad a este sector vulnerable, que en nuestra ciudad de Iquitos se refleja en los menores que deambulan por las calles, en los que forman parte de las “barras bravas” que tristemente hasta un niño de 10 años lideraba una de ellas.
Se puede rescatar a muchos de ellos con proyectos bien planteados en alianza con diversas entidades y el sector privado. Lo firmado por el ministerio de Trabajo y una empresa a favor de la juventud vulnerable es una muestra que el Estado y las acciones de proyección social del empresariado están empezando a involucrarse formalmente en el auxilio de nuestra juventud.
Vulnerabilidad
