Luego de este onceavo mes del año empezamos los descuentos, como se dice deportivamente, para despedir el presente 2023 y empezar a abrir las puertas de los que serán los próximos doce meses del 2024.
Lo decimos porque si los todavía presentes doce meses nos han traído muchas decepciones del acontecer político partidario, queremos augurar que el próximo episodio anual de la historia del país, de la región, de las provincias, de los distritos, ciudades, pueblos y caseríos tendrá sorpresas agradables, quizás luego de algún encare firme hacia quienes nos gobiernan.
Si el presupuesto de este año no llega a usarse en los diferentes niveles de gobierno, los principales responsables son las autoridades que no han reclamado las supuestas dificultades que encuentran en el trámite para las ejecuciones de obras.
Una parte de lo que administran lo pueden utilizar sin mayores trámites engorrosos por los ministerios que correspondan y siempre a través del ministerio de Economía y Finanzas, como debe de ser. Pero, muchas entidades tienen un marco de fondos que si no han invertido es porque no le han puesto el interés debido o han perdido el tiempo viendo la forma como “sacar sus tajadas coimeras” sin éxito y les ha ganado el año.
Lo sorprendente es que luego se dice al pueblo que no hubo dinero para gastar, que no hay presupuesto o que sus proyectos no fueron aprobados, y las sinrazones para justificar la inoperancia. Más que todo a las entidades que cuentan con aceptables montos como para atender en parte las necesidades urbanas y rurales.
Sin embargo, es importante que se reconozca que varias autoridades, aunque contados a las justas con los dedos, si están cumpliendo con sus funciones y este mes de diciembre, porque no han esperado el último día, y más bien han estado trabajando, ellos estarán entregando obras que mejorará la calidad de vida de las personas que habitamos en alguna parte de Loreto al finalizar este año.
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