Se tuvo que decir

Nada queda oculto bajo el sol, sólo ciertas rarezas, pero el caso de las investigaciones fiscales sobre la corrupción en los más altos líderes del país, que empezó antes de ser autoridades, se rumoreaba, se sospechaba, se mostraban indicios, y se tuvo que decir.
“Desde hace veinte años”, es que viene haciendo esas “aportaciones” ha declarado el colaborador eficaz y procesado judicial el empresario brasilero Jorge Barata, tras la interrogante del fiscal Domingo Pérez. Dijo que han pasado tantos años, pero lo recuerda empezando por Alan García (+) con 200 mil dólares inicialmente, luego Ollanta, Pedro Pablo, Susana, Keiko, y otros.
Ayer, mientras escuchábamos la transmisión pensábamos en cuánto se pudo hacer por el país en todo este tiempo, y recordamos un Bukele cuando dice “El dinero alcanza, si es que no se roba”, y por supuesto que nos robaron buena infraestructura, porque con esas “coimas millonarias” para favorecer con obras al grupo de empresarios brasileros, nos quitaron enorme calidad.
El proceso seguirá y quizás se sigan revelando lo que ya se sospechaba por los signos exteriores de riqueza de miles de personajes de la política peruana, y no desde hace veinte años que empezó las “entregas” de los mencionados empresarios brasileros, sino, desde hace mucho tiempo atrás.
Nuestra política partidaria en gran proporción está podrida, necesita una especie de reingeniería desde sus ideales, hasta la puesta en práctica de los planes de gobierno en todos los niveles. Para muestra ya tenemos bastante a nivel regional con alcaldes y ex presidentes regionales.
Sin embargo, los que elegimos somos toda una sociedad civil que debe entender que democracia no sólo es emitir el voto, sino exigir una mayor participación en las decisiones y establecer una vigilancia más efectiva, pero hasta esto último esta hecho a la medida de la corrupción, porque se dan normativas sin los debidos presupuestos, por tanto, no pueden actuar. Para empezar, que la justicia procese y sentencie debidamente a los responsables de los delitos penales de las dos últimas décadas. Por lo menos.