Puede sonar a una utopía, pero el capitalismo y comunismo exitoso saben que la economía administrada equitativamente o en todo caso con mejores oportunidades para todos a través de empleos con calidad laboral y por tanto calidad de vida, traen no solo una mejor sociedad, sino la sostenibilidad en el tiempo de las presentes y futuras generaciones.
Si miramos a nuestra región como una gran empresa con distintos rubros y buscamos las condiciones para llegar al éxito, vemos que falta un camino duro por recorrer, pero si no tomamos la decisión por temor al fracaso debemos recordar la frase empresarial que dice “el que no arriesga no gana”.
Pero obviamente no es un lanzamiento al vacío, se trata de una serie de actos que nos llevan a dar forma a lo que buscamos: que es la reactivación económica en armonía con el medio ambiente, con análisis técnicos, con cálculos que puedan beneficiar a la gran mayoría en un efecto multiplicador.
Esto lo comentamos en alusión al retiro sobre el tema sustitutorio del reintegro tributario que en muchos artículos se cumplía, pero en otros ha caído en grave sospecha de un aprovechamiento en nombre del pueblo, por lo que su objetivo no se venía cumpliendo en la práctica como lo señalan las evidencias. Aunque dicho sea de paso, el rango de los precios de los artículos de primera necesidad (leche, azúcar, arroz, aceites, harinas, entre otros), entre otros rubros, se han mantenido en un equilibrio ya casi acostumbrado para la mayoría de consumidores.
Creemos que nadie puede querer que los empresarios que se benefician con el mismo, sean perjudicados, que de hecho con reintegro o sin reintegro tendrán su margen de ganancia justa para el esfuerzo que despliegan porque todos sabemos que hacer negocio en cualquier parte del mundo implica un sacrifico y un riesgo latente, con mayor razón en una sociedad incipiente en tecnologías como la nuestra.
Sin embargo, las fórmulas se renuevan con creatividad y es a ello que tenemos que apelar en momentos de crisis económica como la actual, con un recurso canon petrolero cada vez más lejos de la bonanza de décadas pasadas que no supimos aprovechar en el buen sentido de la palabra, con dotación de infraestructura carretera interna entre comunidades, pueblos y ciudades de la región (para empezar con la conectividad). Solo una muestra, el proyecto carretero Requena-Yaquerana tiene casi medio siglo desde su primer trazo que fue en marzo de 1969 y una larga lista de trochas que siguen así décadas de olvidos, y los bosquesinos frustrados por no poder sacar sus productos a los mercados, en la espera que algún día sea realidad con el advenimiento de nuevas autoridades que se da de cuando en cuando.