Iquitos: ¿Nuevamente los apagones?

Parecerá un relato truculento pleno de revelaciones que en cada capitulo muestra imágenes de lo que sucedió hace mucho, más o menos en la década de los ochenta, cuando  Iquitos vivía casi a salto de mata, debido a lo vetusto de su equipos generadores de energía que presentaban serias averías con el consiguiente malestar ciudadano que perdía considerables sumas de dinero, por las averías que causaban los apagones en sus objetos domésticos que requerían de energía para funcionar.

 

Un poco  después de tal desastre económico contra la ciudad, el gobierno adquiere nuevos generadores que activados con residual, brindaron una solución a medias pues el crecimiento empresarial así como poblacional, exigía una dosis mayor de energía para lograr un abastecimiento correcto en el ámbito regional.

 

Llega    el momento en que el gobierno adquiere dos grupos Caterpillar, para potenciar el servicio eléctrico y evitar un posible crisis, empresarial sobretodo; sin embargo, tal medida dio resultados mínimos en rendimiento y así ha venido sucediendo hasta ahora, pues pese a que ha transcurrido algo más de cinco años, el servicio eléctrico en la ciudad es sumamente deplorable, al extremo de permitir imaginar que  no existe en los ámbitos de Electro Oriente, ningún estudio o proyecto que permita abrigar esperanzas de un repotenciamiento adecuado en cuanto a equipos se refiere, por parte de la empresa responsable del suministro eléctrico a la ciudad.

 

El problema poco a poco se vuelve cada vez más agudo, reflejándose la gravedad del mismo, en los apagones temporales que lesionan la economía familiar y empresarial, como sucedió la tarde de ayer, cuando se produjeron hasta cuatro apagones intempestivos  con el consiguiente daño material a los equipos electrónicos de las oficinas y a los equipos domésticos de varios hogares en la ciudad.

 

Creemos que la gerencia  de Electro Oriente debe una explicación  al usuario que es el más lastimado en su economía, debido a que lo  que podría llamarse mediocridad, amenaza perennizarse en el cargo y no solo eso sino que al parecer hay indicios que aseguran que luego de la jura del nuevo gobierno, todo el personal que labora en dicha entidad, exigirá aumento de sueldo. «Si serán…».