EL SEXTO ENCUENTRO BINACIONAL, PERÚ-ECUADOR Y EL AISLAMIENTO DE LORETO. POR:

JUAN SOREGUI VARGAS

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Se está llevando a cabo el sexto encuentro binacional entre los gobiernos de Perú y Ecuador. Asisten a esta cita ministros de todas las áreas y, en esta ocasión, la novedad es la realización  de la primera sesión  conjunta entre congresistas peruanos y asambleístas que han firmado un acta en que han decidido aprobar todos los acuerdos que tomen sus ejecutivos.

Estos eventos se encuentran garantizados por docenas de países del mundo, especialmente los llamados garantes de la paz, firmado en Itamaratí, y se basan en algunos considerandos que se encuentran en el documento que es de conocimiento de todo el orbe y especialmente de los tribunales internacionales como el de la Haya.

Desde hace años, los pobladores de la zona norte de nuestro país se vienen beneficiando con este acuerdo, al firmarse convenios de integración  en donde existe abundante dinero y  que cada vez se ratifican en estos encuentros. En cambio acá por un prurito de patrioterismo decimos no a  las inversiones integrales que vienen de fondos internacionales y nos estamos aislando en un mundo globalizado que se viene con todo.

Después de la firma del tratado, todos los candidatos nos han dicho no a la invasión;  Valentín Paniagua, Toledo y Alán García nos han prometido algo que era inviable cumplir: romper con el tratado así por así. Cuando llegaron al gobierno se dieron cuenta que no es posible patear el tablero internacional, eso es imposible, y lo que han hecho es ir a estos encuentros para buscar fondos que se utilicen en las regiones que lo deseen. Y, nosotros necesitamos ese dinero.

Los que viajan por el bajo Amazonas, especialmente por Pevas, saben muy bien, que se venden productos ecuatorianos de primera necesidad a bajos precios. Es la estrategia al estilo de los chinos, la invasión económica. Y, la gente de allá, incluso nosotros preferimos comprar, por poner un ejemplo, tres latas de enlatado de pescado ecuatoriano y no uno peruano con el mismo precio. Es la economía familiar lo que prima, y no el idealismo. Esta es la realidad, y, en base a eso debemos formular nuevas estrategias para contrarrestar este avance inexorable de los ecuatorianos. Aprovechemos ese dinero de los convenios internacionales y de estos encuentros para hacer un programa de desarrollo peruano en esas zonas de Pijuayal, Saramiriza y toda la cuenca del Napo. Seamos inteligentes. Hagamos como los israelíes: formemos verdaderas colonias de desarrollo peruano por donde están los ecuatorianos y a los que van que les den facilidades de todo tipo para hacer una frontera viva de verdad. Con ciudades modernas, con actividades productivas para exportación, con subsidios para producción, con royalties, con créditos a largos años,  con energía eléctrica, con vías de comunicación y con seguridad. Solo de esa manera podemos contrarrestar la invasión que ya de manera económica acontece  desde hace varios años.

Me dirán que no soy patriota, al contrario fui uno de los que estuvo en la plaza 28 de julio protestando contra la firma de este tratado, en la universidad fui defensor de nuestra soberanía territorial, mis abuelos y padre (un gran práctico de la marina de guerra del Perú) lucharon contra la invasión extranjera y me inculcaron valores para defender la patria. Soy realista.

Solo queda hacer esto, es decir aceptar los convenios a nuestra manera y elaborar y ejecutar proyectos con industrias limpias o ir a la guerra. La segunda alternativa es mala, porque es un monstruo que mata inocentes, y, además que Ecuador con la plata del petróleo se ha armado hasta la cola con tecnología moderna, lo que no hemos hecho nosotros porque dicen que no debemos tocar nada, ni explotar petróleo. El próximo año se realizará otro encuentro binacional y así sucesivamente y nosotros seguiremos aislados, viviendo el pasado y con ideologías obsoletas. Que vengan los del norte, especialmente las ecuatorianas guapas,  jóvenes y ricas, para que vean lo que es bueno, como sucedió con el casanova hermano bora que se fue a Chile.