El gato y el embarazo

El gato y el embarazo
El gato y el embarazo
El gato y el embarazo

La toxoplasmosis es la enfermedad zoonótica más conocida y temida que proviene del gato,  relacionándola especialmente con las mujeres embarazadas; pero existe una alta desinformación o mal entendido en el rol del gato en esta zoonosis.

Muchas mujeres en estado de gestación, tienen miedo de que tener un gato como mascota sea perjudicial en su estado. La exposición a este parásito antes o durante el embarazo puede causar que el feto también se infecte. Los problemas más severos en el feto se dan si la madre se infecta en los primeros trimestres debido a que en estos periodos ocurre el mayor desarrollo  fetal.

Esta enfermedad es causada por el parásito Toxoplasma gondii. En el ciclo de vida de este parásito, el gato (doméstico y silvestre) es el único capaz de producir y excretar huevos (ooquistes) de este parásito en sus heces. Estos huevos al momento que salen no causan daño, necesitan de 1-5 días de exposición en el ambiente para poder ser infectivos para otros.

Se debe dejar en claro, que tener un gato como mascota no es perjudicial, ni en el periodo de gestación, el gato no carga con los huevos de este parásito en su pelaje, así que acariciar a tu gato no causará ningún problema.  No es necesario deshacernos de nuestras mascotas, solo es necesario tomar ciertas precauciones  en cuanto a la limpieza de las heces de nuestros gatitos.

Investigaciones realizadas en este tema, demuestran que la principal fuente de contagio de la toxoplasmosis es la ingestión de carnes crudas o mal cocidas. Estar en contacto o poseer un gato no aumenta el riesgo de una infección con Toxoplasma gondii en humanos.

Es preferible que las mujeres embarazadas no estén en contacto con las heces del gato, se debe encargar a otra persona para que realice esa labor, además debemos recordar que la limpieza de la caja de arena o de la disposición de las heces de nuestras mascotas debe ser DIARIA, y no esperar a que los huevos de estos parásitos se vuelvan infectivos para nosotros.

En conclusión, los riesgos de adquirir toxoplasmosis de un gato son extremadamente bajos, la mayoría de gente se contagia por otras rutas (consumo de carnes mal cocidas). Medidas de higiene básicas reducen el riesgo de infección (de gatos y otras fuentes), haciendo seguro el poseer y disfrutar de nuestra mascota.