No hemos tenido anteriormente, noticia más falsa que una investigación realizada por el ex ministro Gino Costa, que asegura que Iquitos, junto a Arequipa y Cajamarca, son las ciudades más seguras del Perú. La primera mentira es que Cajamarca es una ciudad segura, a ver por los momentos que han tenido que pasar turistas y viajeros nacionales mientras la ciudad estaba paralizada en protesta por el proyecto Conga.
Eso ha sido dado a conocer mientras se desarrollaba un Congreso Macro regional de Seguridad Ciudadana, que se ha venido realizando en los últimos días en Iquitos. Y fue el mismo señor Gino Costa, quien se encargó de decirlo.
No sabemos los propósitos que tengan estas declaraciones. Si son para hacernos creer que los pobladores de esta ciudad gozamos de la protección de la PNP, o si también servirán para dilatar las soluciones a las urgencias que esperamos para implementar a esta institución a fin que sea eficiente y eficaz en el desarrollo de sus funciones, porque seguros ni ellos lo están.
Y precisamente estas declaraciones se dan a conocer a pocos días de las celebraciones de fin de año, que, como se sabe, son cuando la delincuencia arremete en todos los flancos, precisamente para hacer su agosto en Navidad, metiéndose entre la gente que realiza sus compras en esta festividad.
El propio director territorial de la PNP, Roberto Reynoso Rivas, fue el encargado de hacer conocer, un estado que nadie percibe, que nadie cree, porque nadie está libre de estar asaltado en cualquier parte, más aún los turistas que son sus principales víctimas a quienes les roban sus dólares y sus máquinas fotográficas y filmadoras.
¿Quién está seguro en Iquitos, señor coronel? Ni quienes tienen sus puertas de metal, porque éstas son palanqueadas por los rateros. ¿Los niños están seguros? No señor, hay violaciones del diario.
La seguridad no se mide con apresar después de algunos días a los delincuentes. Se mide en que el accionar de la policía debería ser adelantarse a los hechos sin permitir que la delincuencia se apodere de los bienes ajenos o que violenten el honor de las personas.
El día que no hayan arranchadores de celulares que propician la muerte de sus víctimas, cuando no existan violaciones a nuestros niños, el día que no haya una noticia que dé cuenta que a un turista le han arrebatado sus pertenencias, nosotros mismos, señor Costa, reconoceremos que la seguridad ciudadana ya no es un sueño, sino una hermosa realidad