Asistente contable de la Unap ultrajó a secretaria

Secretaria ultrajada por compañero de trabajo

– Se espera que el Ministerio Público y la Unap sean drásticos en la sanción
– A la fuerza la introdujo a su vivienda ubicada en «Bermúdez» 1250.  Individuo en vez de ser sancionado, ha sido rotado a un colegio donde hay jovencitas menores de edad.

Secretaria ultrajada por compañero de trabajo
Secretaria ultrajada por compañero de trabajo

La Ley no solo debe ser drástica para aquellos que ultrajan y violan a menores de edad, sino también para aquellos que agreden sexualmente a una persona mayor, que la violentan y obligan a tener relaciones sexuales sin su consentimiento. Caso que ha ocurrido hace un mes cuando el asistente de la parte contable de la Facultad de Educación de la UNAP, Hugo Antonio Long Pérez, habría llevado a cabo.
El caso lo viene llevando adelante el Abog. Juan Carlos Cuadros y está en la Sexta Fiscalía a cargo de la Abog. Ingrid Garrido Mogollón. Lo extraño es que ha transcurrido un mes de los hechos y ahora dicen que se han perdido las evidencias, como las prendas íntimas de la joven, que fueron requeridas después que el médico legista le hizo los exámenes correspondientes.
Según declaraciones de la asistente de secretaría de la mencionada Facultad, Gina Gastón, el pasado 29 de agosto el trabajador de la UNAP la invitó a una cena en la cooperativa «San José», al ver que no llegaban el grupo de amigos la invitó a tomar una bebida regional en el bar «Musmuki» debido a que ella estaba mal de la garganta. Volviendo a la cena pactada a encontrarse con los amigos.
«Ese hombre nunca fue mi enamorado, ni nada y por poco tiempo un compañero de trabajo. Me invitó a la cena y fui indicándole que volvería rápido porque mi mamá estaba delicada de salud. En la cena compró dos comidas y yo una para llevar a mi domicilio, me dijo que lo acompañe a dejarlas en su casa en «Bermúdez» 1250. Estando ahí me dijo pasa, entré porque parecía una casa de familia, se veían cosas de familia. Luego agarró un tenedor y me empujó a su cuarto. Ahí empezó a violentarme tapándome fuerte la boca, me decía que no grite, sino sería peor. Logró lo que quería.
Se quedó dormido y quise escapar, pero la puerta estaba con llave, me vio y otra vez me jaló a decirme que quería tener relaciones contranatura, yo le imploraba que me deje ir que no me hiciera daño, no se calmó hasta que le dije que dormiría en su cama. Cuando fue al baño yo vi que una señora pasaba por la sala y salí, le dije que me ayude, que me abra la puerta, él se dio cuenta y le exigí que me dé mis pertenencias. La señora a pesar que él me insultó, solo miró y me dijo otro día no le sigas.
Felizmente cuando salí, pasaba un patrullero y de inmediato le conté lo que pasó, ellos me ayudaron y me llevaron hasta la comisaría de Moronacocha, ahí he puesto la denuncia. Ahora estoy preocupada porque ha pasado un mes y no avanza el caso, incluso me han dicho que las pruebas, o sea, mi ropa íntima ha desaparecido y eso no puede ser por lo que hablaré con mi abogado, la fiscalía y los policías», contó llorando Gina.
Un tema que debe ser resuelto cuanto antes, pero hasta donde se ha podido averiguar, el individuo en vez de ser sancionado como merece, ha sido rotado a un colegio de la UNAP donde pululan las menores de edad.