“Ángel Uribe” y los martíres petroleros

Por: Juan Soregui Vargas

A finales de 1967 del siglo próximo pasado, un grupo de jóvenes de la cuadra once de la calle Arica preparaba sus  bolsas de jebe de caucho para viajar a la zona de los ríos Tigre, Morona y Corrientes.
El gobierno peruano con una compañía extranjera  estaba invirtiendo mucho dinero en la prospección de petróleo.
El suscrito, tenía en ese entonces 17 años y quería ir en esa aventura del oro negro. Delgado, pero muy fuerte, ya había trabajado como quinto punto en el muelle fiscal de Punchana como  estibador (ahora soy el punto número diez).
Nos aceptaron casi a todos. La ilusión de venir con una billetera gruesa nos motivaba. Fuimos, unos al puerto fluvial, otros al aeropuerto viejo y listo. Capataces expertos de la zona norte, mexicanos y gringos con experiencia en estos avatares nos dirigían, fuimos soltados en zonas de selva casi virgen.  Caminamos un par de horas y como en el monte el día se va pronto, el capataz nos ordenó botar todo lo que no servía y  hacer nuestras camas.
Cortamos palos de monte e hicimos nuestras tarimas de palos casi redondos. Mi protector era “Ángel Uribe” el número diez del club Defensor Arica de Iquitos, mi vecino. Un flaquito que tenía una increíble fuerza para todo, además que como ya tenía cinco niños no podía retornar.
Pusimos nuestros mosquiteros, y para nuestra mala suerte, en zonas donde había la famosa tangarana. No dormimos esa noche y nuestras espaldas parecían azotadas con ishanga,
Algunos lloraban por el ardor y dolor. Once de la noche, calculo, escuchamos gritos aterradores de Melchor, un héroe vecino de la calle Arica. Un  otorongo viejo acompañado de otros más jóvenes le estaban escuchando.
Felizmente el otorongo viejo no tenía ni una muela, así que el hombrecito solo recibía lamidas del viejo felino. De todas maneras, saltó de su cama y fue a una quebrada donde estuvo sumergido mirado siempre por el otorongo sin muelas y sus crías. A las diez de la mañana llegó un helicóptero trayendo más personal y aprovecharon para evacuar al lamido por el otorongo.
Como yo,  nunca más volvió. Docenas de ese grupo retornaron en helicóptero y lanchas envenenados con los tóxicos de las tangaranas, de otros insectos y alimañas y mordeduras de viboritas.
Mí número diez se quedó. Era un flaco fuerte, mañoso y me cuenta, después de seis meses cuando retornó, que muchos se ahogaron en quebradas traicioneras, otros se hundían en terrenos movedizos, algunos tenían que jalar inmensos cables de acero por pleno monte virgen con bajadas y cerros, pero tenían que llegar al lugar planeado para ese día.
Hasta que en el segundo viaje de “Ángel Uribe” llegó con una foto bañado de petróleo, se había descubierto el pozo de Pavayacu por trompeteros.
Varios sufrieron accidentes terribles, como el de mi amigo Borbor, limpiando una torre de succión, donde se quemó en carne viva. Cientos murieron en el intento de darle estos recursos a Loreto. ¿Dónde estaban los ambientalistas?
Han transcurrido más de tres décadas  y, ya vuelta, han salido unos hombres que manipulan indígenas y mestizos , para decir sí al masato y  no al petróleo. Y, lo más irónico, gozan y gozaron del dinero de estos mártires petroleros.
Quieren plata, dice, quieren alimentos, quieren agua, increíble. No saben hervir sus aguas, criar gallinas, cultivar yuca, plátanos. Quieren plata.  Me hubiese gustado o me gustaría que estos avivatos con dogmatismos anacrónicos, se hubiesen metido en el monte con nosotros.
Ahora que hay plata por el petróleo hablan, y piden parte del oro negro que es de todos los peruanos.
No expreso que hay que depredar o matar otorongos sin muelas, no, ahora, en esta época de la ciencia y tecnología se puede hacer planes de desarrollo sustentable desde el punto de vista social, económico y ambiental con innovación tecnológica y justicia social como afirma el abogado Lincoln Cornejo Sifuentes en su libro.
Un ejemplo es lo que viene haciendo el programa AQUAREC DEL IIAP con la compañía de PERENCO, en  el RIO Napo de evaluar los recursos hidrobiológicos y las condiciones sociales y económicas de los pobladores, además de promover proyectos productivos y en el futuro tener empresas productivas rentables.
Esto va a dar trabajo a cientos de jóvenes en todos los campos, incluso en  actividades productivas y programas de saneamiento y salubridad y ambiental como lo vienen realizando por Camisea, Ecuador y otros lugares, como en el rio napo mediante convenios productivos y de investigación entre el IIAP y PERENCO.
Los 40 años de pobreza que hablan estos hipócritas que utilizan el petróleo y su canon, no es culpa de este recurso, sino del mal uso que se le dio.. Sigamos con nuestros planes de explotación con participación de nuestros hermanos nativos  de manera armónica. En honor a estos héroes petroleros. Dios los bendiga y proteja.

4 comentarios en ““Ángel Uribe” y los martíres petroleros

  1. PTMR! ahora soregui ha descubierto que también es héroe petrolero! aguantarlo aora!

  2. ¿no se cuántos años tiene elentico corrupto? pero la nota ha sido hecha en base aun hecho que ocurrió en 1967. Angel Uribe existe, sigue fuerte y lleno de humor como antes. su nombre real es Humberto pèrez isuiza, es hermano del profesor julio pèrez isuiza, el que siempre al lado de totoyoto. combativo como nadie en esta época. creo que elantico debe mejorar su comprensión lectora. si lee bien el articulo yo confieso en el que fui un miedoso y que los verdaderos héroes son los que se quedaron a trabajar por usted y por nosotros.
    ¿cuál es la otra alternativa para conseguir plata para Loreto? ya lo dijo Rafael correa, que paguen al ecuador 5 mil millones de dólares anuales, como los ambientalistas y los países de la gran farsa del calentamiento global no tienen o no quieren dar, correa va a ingresar el petróleo del yasuni incluido el nuestro, con metodología maderna. yo no digo ni señalo que fui uno de los héroes sino otros. amejorar su comprensión lectora. yo apoyo todo lo que puede ser empresa limpia. como la palma aceiterra, el caca que cultivan nuestros hermnos ashningas. etc-

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