Algunos vicios lingüísticos.

Primero, estamos en la obligación de asegurar a  nuestros lectores, que no ostentamos ningún título de lexicólogos, lingüísticos  o filólogos, solamente nos guía el deseo de mostrar un respeto sin límites a nuestro idioma, procurando evitar el uso de términos que lesionen nuestra riqueza lingüística con incorrecciones semánticas y barbarismos, además de extranjerismos, galicismos y jergas; que aquí procuramos no utilizaros dado a que el castellano o sea el  idioma que  hablamos, es suficientemente  rico en eufonía, precisión y abundancia, como para dejar de recurrir a modismos que desnaturalizan la pureza  de nuestro idioma.

 

Estamos en condiciones de señalar  infinidad de voces que siendo   castizas se ven desnaturalizadas porque el vulgo las utiliza incorrectamente, dándole significados que van muy ligados a la deformación vulgar provocada por términos extranjeros.

 

De entre tales especies daremos a conocer  algunos dislates muy frecuentes en nuestro diario decir. Por ejemplo, «a la altura de la cuadra tal» que usamos para dar una determinada dirección  o destino; también decimos  «vivo a la altura de la cuadra número tal». Si nos profundizamos en el vocablo, llegamos a determinar que la tal calle carece de altura. Aquí lo correcto es decir «mi casa está ubicada al frente o al costado de tal o cual edificio» que resalte en el plano urbanístico de la ciudad.

 

También se ha hecho de uso común el decir «alturado», cuando dicho término no existe  en el Diccionario de la RAL. Sin embargo es muy empleado, sin duda alguna, incorrectamente. Queremos creer quienes  recurren a tal vocablo, imaginan que están propendiendo una charla o debate con sindéresis, respeto y ponderación, es decir con altura y en un nivel de  buen comportamiento, de circunspección, de cultura, de educación y respeto. Pero de aceptarse la utilización del término como legal, habría que crear el término «bajurado», porque si hipotéticamente si «alturado» se deriva de altura, lo contrario deberá ser «bajurado».

 

Cerramos con un dislate que en realidad mueve a risa, pues se trata de la expresión «ambos sexos». Es frecuente que cuando queremos narrar que a una determinada reunión asisten hombres  y mujeres, se  diga asistieron personas de ambos sexos; o sea  que para acceder a un determinado trabajo se requiere personas de ambos sexos. Sin embargo debemos tener presente  que personas de ambos sexos serían bisexuales, es decir aquellos seres provistos de los dos sexos. Sin duda la frase «de ambos sexos» tiene una significación diferente a la que pretendemos expresar, salvo que nos estuviéramos refiriendo a personas bisexuales. Señalamos que la expresión correcta es «varones y mujeres». Volveremos con más sobre este tema.