A veinte días

Como lo expresa, el magistrado Aldo Atarama, presidente de la Corte Superior de Justicia de Loreto -CSJL, estamos en cuenta regresiva para la implementación del Nuevo Código Procesal Penal, a solo veinte días.

Una buena ley que si es bien utilizada va a dar muy buenos resultados, resolviendo los procesos judiciales de manera rápida y efectiva, sin mucho rodeo, sin expedientes que con el  antiguo Código dormían el «sueño de los justos» a lo que se prestaba el arreglo por lo bajo, con coimas y sobornos a malos jueces, que se prestaban a jugar con la culpabilidad y la inocencia y, en otros casos a dejar por años procesos que a la larga tenían que ser archivados por haber prescrito en el tiempo.

Para poner en ejecución el Nuevo Código Procesal Penal -NCPP, se ha tenido que capacitar a jueces, trabajadores, alistar la implementación de la infraestructura y contratación de personal capacitado.

La colectividad en general tiene ahora un nuevo instrumento jurídico que le permitirá solucionar sus diferencias y litigios en corto plazo, porque la investigación, la acusación y la sentencia tendrán plazos determinados que deberán cumplirse sí o sí.

 

En otros casos, los daños podrán ser resarcidos al litigante, ya que el Ministerio Público actuará de mediador entre el causante del daño y la víctima, lo que se hará de forma inmediata sin necesidad de pasar a juicio. Otra novedad del NCPP es que si existen todos los medios probatorios, el juez dictará sentencia con la presencia de las partes, sin necesidad de abrir un expediente.

La rapidez con que se hará justicia, viene a eliminar la corrupción en el Poder Judicial y en el Ministerio Público, porque ya no habrá tiempo para tener un conversado con el juez para que se encargue de emitir una resolución favorable al corruptor, que siempre han sido personas de poder económico, que luego se jactaban de «manejar el Poder Judicial a su antojo», manifestando sin recato alguno, «yo manejo a los jueces, los tengo comprados».

Solo se espera que cuando se ponga en funciones el Nuevo Código Procesal Penal, las sentencias sean dadas con justicia, como se debe, en consideración y respeto a quienes acuden a la Justicia cuando ven vulnerados sus derechos o han sido víctimas de actos delictivos.