El mercado de las criptomonedas estaría comenzando a posicionarse como uno de los más atractivos para los inversionistas y las empresas, quienes estarían viendo un sinfín de oportunidades para la generación de ingresos, así como para el desarrollo de nuevos proyectos capaces de expandirse a todo el mundo.
En Latinoamérica, una de las regiones más activas al momento de adoptar estos activos, estaríamos viendo un desarrollo heterogéneo del mercado, caracterizado principalmente por las diferentes regulaciones que lo rigen y las interpretaciones de las mismas. Pero, ¿cuál es el estatus legal de estos activos en la región?
Países donde son completamente legales
Estos activos son “legales” en casi toda Latinoamérica, con el ejemplo más claro siendo el de El Salvador, donde el cuestionado presidente Nayib Bukele implementó el Bitcoin como moneda de curso legal, una estrategia sin precedentes que se habría diseñado principalmente para evadir sanciones financieras.
En casos menos extremos, países como Argentina han sido pioneros en la implementación y regulación de estos activos, con cientos de empresas explorando el mercado cripto de la mano de provincias con leyes específicas. Adicionalmente, el país ha comenzado a experimentar con diferentes estrategias para poder aplicar impuestos a las transacciones y proveedoras de servicios que operan en el país.
Por su parte, Uruguay, Paraguay y Brasil estarían trabajando con el objetivo de regular estos activos, reconociéndolos primero legalmente para luego determinar de qué manera podrán ser utilizados en la economía.
Países donde son existen áreas grises
El mayor ejemplo de áreas grises en cuanto al mercado de las criptomonedas es el de México, que luego de haber desarrollado la «Ley Fintech» para regular estos activos, habría hecho de vista gorda ante el crecimiento en su uso según immediate edge. Actualmente, las autoridades operan basándose principalmente en la interpretación, con las empresas del sector actuando según el gobierno lo permita.
También existen casos como el de Venezuela, país que hace un par de años se anunció que estos activos podrían operar de forma completamente legal, pero donde también se han registrado arrestos por posesión de los activos y su minería. Más recientemente, el país implementó una normativa en la que se cobrará un impuesto de hasta 20% en el consumo realizado con criptomonedas.
Finalmente, Bolivia sería el único país donde estos activos estarían completamente prohibidos, con el Banco Central de Bolivia (BCB) publicando una resolución a mediados del año pasado que hacía ilegal cualquier actividad relacionada con estos activos.
¿Qué le espera al mercado en la región?
Si bien las criptomonedas tienen grandes desventajas, lo cierto es que traerían beneficios casi igual de importantes a sus usuarios, especialmente aquellos que vivan en países que atraviesan una crisis económica.
En primer lugar, estos activos permiten que los emprendedores puedan internacionalizar sus negocios sin necesidad de contar con cuentas bancarias de otros países ni depender de las limitaciones de realizar transacciones con divisas foráneas.
Los mismos también son activos financieros sumamente útiles para la población, ya que son de fácil acceso y pueden generar retornos significativos. Con un registro sencillo y un par de transferencias de fondos, cualquier persona puede comenzar a generar ingresos con criptomonedas, ya sea a través de su compraventa o mediante productos complejos como los CFD, que se ofrecen en sitios como profit revolution.
Finalmente, en el caso de países donde la inflación destruye el valor de las monedas locales, estos activos pueden utilizarse incluso para preservar el valor, con muchas personas aceptándolas para el pago de salarios, o intercambiando parte de sus divisas por criptomonedas siempre que sea posible.
Así, las criptomonedas pueden estar transformándose en herramientas financieras adaptadas a la realidad de cada uno de los países que conforman la región.
