Más de lo mismo

No hace ni un mes que nos ocupamos de la firma de convenios entre las principales instituciones públicas para tomar medidas urgentes a fin de elevar el nivel de la seguridad ciudadana en la ciudad, que se ha convertido en una guarida de ratas, ladrones, asaltantes a mano armada con arma blanca y de fuego, que a plena luz del día atracan y hieren a quien le pusieron el ojo, al que también ponen la bala.

Falta inteligencia para solucionar el peligroso estado en que está viviendo la colectividad de esta ciudad a la que se le quiere hacer un punto de llegada de turistas, promocionando la maravilla del Amazonas. Así como estamos, ni nuestros mismos paisanos van a querer venir a Iquitos, porque no hay garantía alguna que algún desgraciado que anda suelto le hinque un puñal o le dispare un plomo, solo por quitarle el celular o la cámara fotográfica, no sin antes sacarle la billetera.

En el último editorial dijimos que no nos vamos a cansar de escribir sobre este tema que a todos tiene preocupado, menos a quienes solo sirven para encantarnos con sus declaraciones que nunca se cumplen, porque lo que nos dicen es puro música y gaita. Ya nadie les cree cuando sus oficinas de imagen institucional envían notas anunciando que el alcalde fulano llama a una reunión a sus demás colegas para tratar el asunto de la seguridad ciudadana. Ya no cabe un anuncio ni una firma de convenio más. No más fotos ni portadas, no más juramentaciones ni anuncios tontos. Aquí lo único que queda es acción, una redada total a todo aquel que se le conoce por su proclividad al delito. Que el personal de inteligencia de las fuerzas armadas y la policía articulen acciones para detectar a los delincuentes, observar con detenimiento el movimiento migratorio de personas que viajan por la vía fluvial especialmente, que por ahí vienen avezados hampones.

La cantidad de pirañitas va en aumento, día a día crece el contingente de pillos y bandoleros que ha puesto al borde del abismo a nuestra sociedad. Esto puede traer graves consecuencias, porque ya nadie va a querer venir a Iquitos, conociendo el nivel de asaltos y robos que se cometen diariamente, los empresarios del comercio si no toman las medidas necesarias para no ser asaltados van a tener que cerrar sus negocios porque uno ya no sabe con quién está tratando, si con un cliente o con un ladrón.

Y terminamos esta nota, anunciando que volveremos a ocuparnos del caso, estamos seguros, porque nada se hará.